lunes, 25 de agosto de 2008

EL CELOSO


Había una vez un joven que estaba muy celoso de una muchacha bastante voluble. 

Un día le dijo: -Tus ojos miran a todo el mundo- Entonces, le arrancó los ojos.

Después le dijo: -Con tus manos puedes hacer gestos de invitación- Y le cortó las manos.

"Todavía puede hablar con otros", pensó. Y le extirpó la lengua.

Luego, para impedirle sonreír a los eventuales admiradores, le arrancó todos los dientes.

Por último, le cortó las piernas. "De este modo -se dijo- estaré más tranquilo".

Solamente entonces pudo dejar sin vigilancia a la joven muchacha que amaba.

"Ella es fea -pensaba-, pero al menos será mía hasta la muerte".

Un día volvió a la casa y no encontró a la muchacha: había desaparecido, raptada por un exhibidor de fenómenos.

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