sábado, 30 de agosto de 2008

UN MISTERIO LLAMADO DOLOR


Existe un gran misterio escondido dentro del dolor, que lo hace parecer a veces una contradicción ya que nos puede debilitar o llenar de valor. Hay quienes culpan de su existencia a Dios y cuando lo perciben o sienten, se quejan, suspiran, reclaman, bendicen, maldicen o hasta agradecen.

El dolor no tiene tamaño ni comparación; solo el que lo está sintiendo sabe realmente cómo es, cada uno lo experimenta y expresa a su manera, y aunque exista mucha conexión entre dos, nadie puede llegar a sentir lo que el otro ha de sufrir; por lo tanto no es justo señalar o decir, quien sufre menos o más, no ponerse en el papel de héroe que todo lo supera ni mártir que ha nacido tan solo para llorar; porque "Ojos vemos corazón no" así lo dice ese viejo pero sabio refrán.

El dolor es utilizado a veces como escudo, mecanismo de defensa, excusa, arma para chantajear; hay quienes se quedan sumergidos en él a tal punto que se estancan y no logran avanzar; otros le ignoran porque tienen miedo de que al expresarlo, descubran su fragilidad; hace daño tanto exagerarlo como ignorarlo; simplemente hay que asumirlo, enfrentarlo y superarlo, solo así logra su cometido, el de fortalecernos, transformarnos, más no deformarnos; enseñarnos a descubrir nuestras fuerzas y experimentar más de cerca el amor que nos regala a diario Dios.

El dolor puede también enfermar o sanar; hacer más frágil o fuerte nuestra fe; puede robar o devolver la esperanza y la paz; el dolor no tiene una definición ni medida exacta; no se sabe realmente donde se siente; porque cuando llega, de mente, alma y cuerpo se apodera; consigue hacer perder la razón u ofrecer una madurez que nos haga aterrizar y tomar la mejor decisión.

Muchos lo culpan de los errores cometidos; otros creen que al vivirlo es por su fragilidad y humanidad; pero el gran misterio que el dolor encierra es que dentro de él está el toque que Dios nos regala de su divinidad; el dolor nos hace buscar las fuerzas más ocultas de nuestro interior; y muchas veces en los momentos de dificultad es cuando descubrimos la fortaleza de la cual hemos sido dotados, experimentamos paz aunque tengamos que llorar y sentimos la presencia del Amigazo más cerca, aunque creamos que nos ha abandonado y solos nos ha dejado.

Así es el dolor; ese mismo que inspira poesías, canciones, reflexiones u oración; acerca o aleja a las personas de Dios; hace parte de nosotros pero no nos impide ser realmente feliz, puesto que no hemos sido creados para sufrir; el dolor ayuda a percibir la verdadera amistad y hay quienes dicen que logra medir hasta la fuerza del amor, puede unir o separar; herir o sanar; y tantas cosas más que no se pueden medir, porque el dolor en sí es un misterio que
no encuentra palabras que lo logren definir.

AMAR ES VIVIR


Hay quienes por miedo al dolor o por estar cansados de sufrir por amor, prefieren decirle al corazón que no ame ni sienta, que cierre sus puertas y no se de permiso de experimentar lo que es realmente vivir.

Optan por no amar con tal de no tener que llorar, porque hay historias que deben llegar a su final; otras veces hay que decir adiós aunque se desgarre el alma y todo cambie de color; también ha de suceder que cuando sufre uno, sufren los dos. Por eso es común escuchar: "No me vuelvo a enamorar"; "No nací para amar, no creo en el amor"; "Es mejor no verlo de nuevo, que no venga más y así no duele el volvernos a separar"; "Prefiero no tener otra mascota, para no encariñarme más", "ojos que no ven, corazón que no siente" Son algunos de los casos y expresiones de la vida real.

Existen los que creen que realmente no han vivido, porque el amor no han sentido; no saben lo que es sentirse amados, nadie se los ha enseñado; tal vez no han reído ni llorado; su interior está vacío, nada han recibido ni entregado, por eso causan daño, sin saber muchas veces lo que hacen, tan solo porque no han conocido el amor ni lo han experimentado.

Pero mientras sentimos que estamos amando, ya sea riendo o llorando, es cuando realmente concebimos que nuestro corazón está latiendo, que tenemos sentimientos, que intensamente estamos viviendo. Quienes no aman, no le encuentran sentido ni valor a la vida, porque es el amor quien le da al existir una razón.

Sino puedes hacer lo que amas, ama lo que haces; ama a todos los que encuentras en camino, más aún a los que no te aman, porque quizás no lo han aprendido; ama tu vida, ama la creación; en ello está una prueba enorme del inmenso amor que nos ha tenido Dios, y si lloras por amor y aún así sigues amando, es porque has comprendido lo que realmente significa amar como Aquel que amándonos al extremo, su vida por amor supo entregar. Eso es vivir por siempre, eso es amar por toda la eternidad.

EL NÁUFRAGO


El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido. El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: "¿Como pudiste hacerme esto?" Y se quedó dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y les preguntó, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí? Y sus rescatadores le contestaron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste" Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón, porque Dios está trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento. Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme. Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de Dios. Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos: DIOS TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO.

ÉPOCA DE CAZA


Hace mucho tiempo me contaron esta historia: La de tres amigos que tenían el hobbie de la caza mayor, en especial la del ciervo.

Esperaron la época de caza, se dirigieron a la zona respectiva y contrataron una avioneta para ir al paraje, en donde habitualmente se hallan los ciervos.

El aviador les hizo la advertencia, que por el tamaño de los ciervos la nave solo podría soportar una sola pieza.

Ya en el lugar, y al cabo de un tiempo lograron cazar dos piezas de grandes dimensiones.

Nuevamente el aviador les recordó la advertencia.

Luego de una larga conversación lograron persuadir al aviador que la aeronave podía aguantar el peso de las dos piezas obtenidas.

A poco de comenzar el viaje de retorno, la estabilidad de la aeronave se hizo insostenible y sucumbió; Se produjo el accidente, falleciendo el conductor y uno de los cazadores, los otros dos salieron despedidos.

Al cabo de un tiempo, uno se encontraba sentado en una piedra, jugando a hacer garabatos en la tierra. Y el otro comenzaba a despertarse de los golpes recibidos.

Le preguntó a su amigo -¿Dónde estamos.

Su amigo le respondió. -EN EL MISMO LUGAR DEL AÑO PASADO-

1. ¿Valoramos nuestros errores?

2. ¿Por qué volvemos a cometer los mismos errores?

3. ¿Tenemos presente alguna vez la EXPERIENCIA"

4. Las respuestas las tienen cada uno de ustedes.

EL JARRÓN Y LA ROSA AMARILLA


Cierto día en un monasterio Budista, se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto. El Gran Maestro convoco a todos los discípulos para determinar quien seria el nuevo centinela. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo: "Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar." Entonces coloco una magnifica mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos y encima de esta, coloco un jarrón de porcelana muy raro con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en el y dijo así: "!Aquí esta el problema! " Todos quedaron asombrados mirando aquella escena; un jarrón de extremo valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. ¿Que representaría?, ¿Que hacer?, ¿Cual es el enigma? En ese instante, uno de los discípulos saco una espada, miro al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y ... ZAZ ... destruyo todo de un solo golpe. Tan pronto el discípulo retorno a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Usted será el nuevo guardián del Castillo".  

Moraleja de la Historia: No importa cual sea el problema, ni que sea algo lindísimo, si ves un problema, precisa ser eliminado, terminado, concluido. Un problema es un problema, no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran amor que se acabo, por más lindo que sea o haya sido, si no existiera mas sentido para el en tu vida, tiene que ser suprimido porque corres el riesgo de permanecer con el, el resto de tu vida. Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado, y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida, sobre todo si el problema es algún sentimiento de rencor o reproche, que aunque en algún momento de tu vida te haya hecho mucho daño, eso solo forma parte de un pasado.  

Existe un proverbio Chino que dice: "Para poder beber vino es necesario primero tirar el te". Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a eso que ya no hacen mas sentido y que están ocupando espacio y que muchas veces lejos de ayudarte te hiere y te impide tomar un curso diferente en tu vida. El pasado sirve como lección, como experiencia, como referencia. El pasado sirve para ser recordado y no para ser revivido. Usa las experiencias del pasado en el presente, para construir tu futuro. Necesariamente en ese orden.

LA RISA


La risa es una fuerza tan transformadora que nada más es necesario. Si cambias tu tristeza por celebración, entonces también serás capaz de cambiar tu muerte por resurrección.
   
Me han contado sobre tres místicos hindúes. Nadie conoce sus nombres. Se los conocía sólo como Los Tres Santos Reidores, porque nunca hacían ninguna otra cosa, solamente reían.  
  
Solían ir de una ciudad a otra, pararse en el mercado y largarse una buena carcajada visceral. 
  
Estas tres personas eran realmente hermosas, riendo y con sus vientres agitándose. Era como un contagio, todo el mercado comenzaba a reír.  
  
Durante unos pocos segundos un nuevo mundo se abría. 
  
Viajaban por toda India sólo ayudando a que la gente se riera. Gente triste, gente enojada, gente codiciosa, gente celosa: todos comenzaban a reír con ellos.  
  
Y mucha gente captó la clave: podemos transformarnos. 
  
Sucedió entonces, en un pueblo, que falleció uno de los tres.  
  
Los pobladores dijeron: -Ahora habrá problemas. Su amigo ha muerto y deben llorarlo- pero los dos estaban bailando, riendo y celebrando la muerte. 
  
La gente del pueblo dijo: -Esto es demasiado. Estos no son modales. Cuando muere un hombre es profano reír y bailar- 
  
Entonces, los dos hombres dijeron: -No saben lo que ha sucedido. Nosotros pensábamos quién de los tres moriría primero. Este hombre ha ganado, estamos derrotados. Nos reímos con él toda la vida ¿cómo podríamos despedirlo de otra manera? Debemos reír, debemos disfrutar, debemos celebrar.  
  
Esta es la única despedida posible para un hombre que ha reído toda su vida.  
  
Y si no reímos, él se reirá de nosotros y pensará: ¡Tontos! ¿De modo que de nuevo han caído en la trampa?  
  
No pensamos que esté muerto. ¿Cómo puede morir la risa, cómo puede morir la vida? 
  
Luego debían incinerar el cuerpo y la gente del pueblo dijo: -Lo bañaremos como lo prescribe el ritual- Pero aquellos dos amigos dijeron: -No, nuestro amigo ha dicho que no hagamos ningún ritual y no cambiemos su ropa ni lo bañemos.  
  
Sólo que lo pongamos como está en la pira crematoria; por lo tanto, tenemos que seguir sus instrucciones". 
  
Y entonces, de pronto, sucedió algo muy importante. Cuando el cuerpo fue colocado sobre la pira, ese anciano hombre hizo su último truco.  
  
Había escondido muchos fuegos de artificio debajo de sus ropas y repentinamente hubo fiesta. 
  
Entonces el pueblo entero comenzó a bailar.  
  
No era la muerte, era la nueva vida, una resurrección.  
  
Toda muerte abre una nueva puerta. Si cambias tu tristeza por celebración, entonces tú también serás capaz de cambiar tu muerte por resurrección.

UNA JOYA ÚNICA


Cruzando el desierto, un viajero inglés vio a un árabe muy pensativo, sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados, por lo que el viajero comprendió que se trataba de un mercader de objetos de valor, que iba a vender sus joyas, perfumes y tapices, a alguna ciudad vecina. 

Como hacía mucho tiempo que no conversaba con alguien, se aproximó al pensativo mercader diciéndole:

-Buen amigo, ¡salud! pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?-

-¡Ay!-, respondió el árabe con tristeza, -estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas-

-¡Bah!- respondió el inglés, -la pérdida de una joya no debe ser gran cosa para ti que llevas tesoros sobre tus camellos, y te será fácil reponerla-

-¿Reponerla? ¿Reponerla?- exclamó el árabe. -Bien se ve que no conoces el valor de mi pérdida-

-¿Qué joya es, pues?- preguntó el viajero.

-Era una joya- le respondió el mercader, -como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del Tiempo. Adornábanla veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya ves que tengo razón al decir que joya igual no podrá reproducirse jamás-

-A fe mía- dijo el inglés, -Tu joya debía ser preciosa. Pero, ¿no crees que con mucho dinero pueda hacerse otra igual?-

-La joya perdida-, respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo, -era un día, y un día que se pierde no vuelve a encontrarse-

CUIDA A TU PRÓJIMO


Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.

-Hacer unos comentarios no es tan grave - dijo ella al juez.

-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.

La mujer obedeció y volvió al día siguiente. 

-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.

-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!

-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.

Y envió a la mujer a la cárcel.

viernes, 29 de agosto de 2008

EL RATÓN Y LA RATONERA


Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y su esposa abriendo un paquete.. Pensó, luego, qué tipo de comida podía haber allí. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera (Trampa para Ratones). Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos:

"Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!"

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo:"

Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda."

El ratón fue hasta el cordero y le dice: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera!" "Discúlpeme Sr. Ratón, más no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones."

El ratón se dirigió entonces a la vaca!, y la vaca le dijo "Pero acaso, estoy en peligro? Pienso que no" dijo la vaca.

Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.

Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado.

En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra picó a la mujer.

El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa. El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo.

El granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir! los gastos del funeral.

La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo, no le prestas atención, piénsalo dos veces.

EL FILÓSOFO, EL MÍSTICO Y LA TORMENTA


Un relámpago no ilumina tu camino, no te sirve como si fuera una lámpara en tu mano; sólo te da un fogonazo, un vislumbre del camino que tienes por delante. Pero ese vislumbre es precioso; ahora tus pies estarán firmes, ahora serás fuerte, ahora tu determinación de alcanzar tu destino se verá fortalecida. Haz visto el camino, sabes que está ahí y no deambulas sin dirección. Un fogonazo de luz y vislumbrarás el camino que tienes que recorrer y el templo que es el destino de tu viaje. He oído una historia de dos hombres que se perdieron en el bosque una noche muy oscura. Era un bosque muy peligroso, lleno de animales salvajes, muy denso y rodeado de oscuridad. Uno de los hombres era un filósofo y el otro era un místico. De repente estalló una tormenta, las nubes se abrían y había grandes relámpagos. El filósofo miraba al cielo, el místico mantenía la vista en el camino. En ese momento hubo un relámpago y el sendero se iluminó delante de ellos. El filósofo miró al relámpago y se preguntó: "¿Qué está pasando?", perdiendo así el camino. 

Tú estás perdido en un bosque aún más denso que el de esta historia. La noche es más oscura. A veces viene un relámpago: debes mirar al sendero. Chuan Tzu es un relámpago, Buda es un relámpago, yo soy un relámpago. No me mires a mí, mira al sendero. Si me miras a mí, perderás tu oportunidad, porque el relámpago no se volverá a repetir. Sólo dura un momento, y los momentos en los que la eternidad penetra en el tiempo son muy escasos; son como relámpagos. Y cuando empieces a vivir, las cosas ordinarias adquieren una belleza extraordinaria. Cosas pequeñas - la vida consiste en cosas pequeñas - pero cuando les aportas la cualidad de un amor intenso y apasionado se transforman, se vuelven luminosas.

CON DIOS EN BICICLETA


La vida es como andar en bicicleta, te caes, solo si dejas de pedalear.

Al principio veía a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que hacía mal, como para ver si merecía el cielo o el infierno cuando muriera.

Era como un presidente, reconocía su foto cuando la veía, pero realmente a Él no lo conocía.

Pero luego reconocí a mi Amoroso Padre; parecía como si la vida fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos plazas, y noté que Dios viajaba atrás y me ayudaba a pedalear. 

No sé cuando sucedió, no me di cuenta cuando fue, que Él sugirió que cambiáramos lugares, lo que sí se es que mi vida no ha sido la misma desde entonces. 

Mi vida con Dios es muy emocionante. Cuando yo tenía el control, yo sabía a dónde iba. 

Era un tanto aburrido, pero predecible. Era la distancia más corta entre dos puntos. 

Pero cuando Él tomó el liderazgo, Él conocía otros caminos, caminos diferentes, hermosos, por las montañas, a través de lugares con paisajes, velocidades increíbles.

Lo único que podía hacer era sostenerme; aunque pareciera una locura, Él sólo me decía: "¡Pedalea!" 

Me preocupaba y ansiosamente le preguntaba, "¿A dónde me llevas?" Él sólo sonreía y no me contestaba, así que comencé a confiar en Él.  

Me olvidé de mi aburrida vida y comencé una aventura, y cuando yo decía "estoy asustado".

Él se inclinaba un poco para atrás y tocaba mi mano. Él me llevó a conocer gente con dones, dones de sanidad y aceptación, de gozo. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje; nuestro viaje, de Dios y mío.  

Y allá íbamos otra vez. Él me dijo: "Comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra".

Y así lo hice, a la gente que conocimos, encontré que en el dar yo recibía y mi carga era ligera. 

Él sabía como doblar para dar vueltas cerradas, brincar para librar obstáculos llenos de piedras, inclusive volar para evitar horribles caminos. Y ahora estoy aprendiendo a callar y pedalear por los más extraños lugares. 

Estoy aprendiendo a disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo de la increíble y deliciosa compañía de mi Dios.

Y cuando estoy seguro que ya no puedo más, Él sólo sonríe y me dice: "¡Pedalea!
No dependo del día de la semana que sea, para que ese día sea el más alegre de mi vida.

No dependo del resultado de fútbol para levantarme de buen humor.

No dependo de la lotería para saber si tengo o no riquezas.

No dependo de la moda para sentirme valioso o amado.

Dependo de Dios, quien me da la salud y la alegría.

Dependo de Dios, quien cada mañana me despierta con un bello amanecer.

Dependo de Dios, quien me ha enseñado que las riquezas son aquellas cosas que no cambiaría por dinero.

Dependo de Dios, para quien cada día valgo lo mismo y soy amado de la misma forma sin importar lo que lleve puesto.

Dependo de Dios, porque si El está conmigo, ¿acaso alguien puede estar contra mí?

No dependo del mundo, ¿ y tú ?

LA AMISTAD ES UN DON Y UN MISTERIO


El hombre ha sido creado como un ser en relación, proyección y realización. Nadie se puede privar de la relación con otras personas, animales, cosas y la naturaleza en general. El hombre no es un ser isla que puede mantenerse solitario al tiempo y al espacio en el que vive, crece y se desarrolla. Ya que de cualquier otro modo, no sería posible un crecimiento armónico y un desarrollo pleno, su vivir sería una existencia vacía y sin sentido. Es por eso, que el hombre y la mujer necesitan un mínimo de relación que le permita proyectarse como tal; es decir: si es infante, como niño; si es un adolescente o joven, pues como tal; si es adulto o anciano, pues como corresponde a su edad.

La Amistad pues, no tiene edad, sexo o condición social. Por eso, como valor innato del ser humano de crecer y planificarse en su relación y realización, la amistad proyecta desde lo más íntimo del corazón y revela lo que es el misterio de cada hombre y mujer, entre quienes se da espontáneamente una auténtica relación de amistad. La amistad entendida así es un DON y un MISTERIO, que no depende de un solo individuo, sino de ambos. La amistad pues, no se inventa, no se fuerza, ni mucho menos se anda de ofrecida banalmente. Desde este sentido la auténtica amistad que humaniza las relaciones interpersonales, es la que sólo es posible entre los Seres Humanos, independientemente de la edad, sexo o condición social. Sería ilógico y deshumanizante querer sostener una amistad profunda con cualquier animal, al que simpáticamente se le llama "mascota" (perro, gato, loro, pez, etc.), o algún objeto o cosa, ya que el mínimo de relación amistosa por muy buena que esta pareciera no llenaría los más grandes anhelos de la persona, como: el diálogo, la confianza, el compartir mutuo, la comprensión, el consejo, el apoyo moral, etc. Respecto al animal u objeto con quien se cree ser amigos. En cambio, la amistad entre las personas surte el efecto y la satisfacción de tener en cualquier momento crítico de la vida, siempre una mano amiga y un hombro en quien descansar y sobrellevar las carga de la vida.

Es así, que cualquier animal, objeto o cosa por muy cercanos que sean para mí siempre quedarían cortos ante tales anhelos propios de todo ser humano. Comprender pues, que la amistad es un DON de Dios y un MISTERIO, que como tal no se inventa, atreviéndome a sostener que ni aún así nace o se hace, como muchas veces se cree que yo solo tendré un amigo (a) cuando me nazca tenerlo, y a quien quiera ofrecerla o cuando desee hacerla o entrabarla la buscare incansablemente, aunque tenga que agotar los recursos habidos y por haber en la búsqueda de uno o varios amigos (as). Aquí es donde se encuentra la razón por la cual sostengo que la amistad es un DON. Como DON la amistad es un regalo que tiene su fuente y culmen en Dios, creador del hombre a su imagen y semejanza. Sólo Dios Autor de todo el universo, modelo de toda relación divina y humana, entre su Hijo Jesucristo y en comunión con el Espíritu Santo. Es quien ofrece continuamente este regalo a todo hombre y a toda mujer que se abre ¡cuál flor del campo! En gratitud a recibir en su persona y en su corazón el DON de la amistad, consciente de su Autor y Fuente. Por eso, la amistad como DON se AGRADECE, se CULTIVA y se COMPARTE.

1. SE AGRADECE: Porque ¿Quién es digno de una auténtica y profunda amistad? Amigo solo uno, pues ese uno entre mil es como el número premiado ofrecido en gratitud, que viene a mi encuentro y yo salgo a su encuentro.

2. SE CULTIVA: Es obvio que todo crecimiento requiere de un proceso, de aquí la necesidad de cultivar la amistad a través del diálogo, la confianza, el respeto mutuo, el cariño, el afecto mutuo, etc. Valores que requieren de una cierta dosis constante de repuesta y entrega personal.

3. SE COMPARTE: La auténtica amistad siempre es abierta hacia los demás, nunca se cierra en sí misma, debe ser como una cedula viva que, se alimenta en si misma y alimenta a los demás, contagiando positivamente a los otros de valores y promoviendo un ambiente sano y fraterno.

La amistad como MISTERIO debe entenderse a partir de su culmen. Si viene de Dios es porque conduce a Dios. Nadie sabe a ciencia cierta el ¿CUÁNDO, CÓMO Y DÓNDE? Se da exactamente la amistad.

¿Cuándo viene a mí como regalo?
¿Cómo hay que agradecerla y cultivarla?
¿Dónde hay que compartirla?

Por eso, la amistad es un MISTERIO, ya que no se limita al tiempo y al espacio de la historia humana, sino que una auténtica amistad es capaz de romper estos parámetros y fronteras geográficas llevando a las personas a trascenderse, más allá de lo que son capaces, creando ¿hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación, aún así sea del credo que sea. Ahora podremos comprender lo que dice un pensamiento anónimo: "Las distancias no deben separar a los amigos, porque la amistad es el puente de Corazón a Corazón"

Comprender la amistad así, nos dará la certeza de poder construir un mundo de justicia y de paz, una sociedad más humana en la que se promueva la dignidad de las personas, NO a costa de intereses egoístas e indiferentes a los intereses de los marginados, desposeídas y desprotegidos. Pedir al Autor de la Vida y de la Amistad, que nos haga ser auténticos Amigos en Él y con Él, para cooperar con su Hijo Jesucristo en la redención y salvación del mundo, realizando desde nuestra vocación concreta a la que hemos sido llamados, y por la cual hemos optado libre y conscientemente hasta el final de los tiempos, esto si quesera garantizar una calidad humana y cristiana en nuestras relaciones de Amistad con Dios y con los hombres de cada generación futura, agradeciendo lo pasado y viviendo la presente en plenitud de vida y amor.

jueves, 28 de agosto de 2008

PARA RECUPERAR LA PAZ PERDIDA


Para recuperar la paz perdida, reconoce que tu mente es el motor con que generas tu angustia o el taller donde tramas tu gozo.
 
Aparta tu mente de la visión negativa de tu vida, para que la enfoques al horizonte de tu bienestar y sosiego interior.
 
Haz el recuento de todos los bienes espirituales de que puedes disfrutar y de los frutos de tu inteligencia y de tu voluntad, para que, rebosante de gratitud, se los agradezcas a Dios, con sentimientos de alegría y con la decisión
de ponerlos al servicio de tus hermanos.
 
"No estarás perdido en el desierto si encuentras fe en ti mismo para creer en el oasis".

ESPERANZA Y PACIENCIA


Un pastor tenía dos ovejas y estaba contento porque las dos habían parido y tenían unos hermosos y juguetones corderitos.

Durante la noche el pastor encerraba sus dos ovejas en un corral que tenía muy cerca de la casa. Así se aseguraba que lobos y zorros no las mataran.

En las horas del día las soltaba para que fueran a pastar por los cerros. Y aquel día las soltó, como siempre y dejó a los corderitos en el corral. Es muy riesgoso soltarlos tan pequeños.

Las dos ovejas cruzaron el río caminando sobre su firme lecho de piedras. Las aguas del río serrano eran poco profundas y ellas lo cruzaban a diario. Pero al poco tiempo se desató un temporal muy fuerte y la lluvia fue repentina y torrencial. Las aguas descendieron de los cerros, se volcaron torrentosas en los pequeños arroyos y llegar turbias al cauce del río y el río se desbordó.

El pastor salió hasta la orilla, porque sabía que se acercaba la hora en que sus ovejas regresarían, para amamantar a sus críos y pasar la noche en el corral y vio que sería imposible cualquier intento por cruzar aquel torrente de aguas, sin exponerse a ser arrollado y golpeado contra las piedras.

Una oveja se puso a pastar paciente en la orilla, esperando que las aguas bajaran, la otra se impacientó y comenzó a lamentarse: "Esta agua no descenderá y mis hijitos se morirán de hambre, aquí nos sorprenderá el lobo y nos moriremos". La compañera trató de calmarla: "No te impacientes, recuerda que ya vimos muchas crecientes en el río y siempre vimos las aguas descender, no nos pasará nada grave y mañana amamantaremos a nuestros hijos".

De nada valieron sus reflexiones, la oveja se arrojó al agua. El pastor la miraba impotente desde la orilla opuesta. La pobre oveja avanzó un par de metros, pero las aguas la vencieron y la arrastraron río abajo, el pastor y la compañera vieron cómo el cuerpo de la desdichada era llevado por la corriente, que lo golpeaba contra todas las rocas salientes.

Al anochecer las aguas ya habían descendido bastante, pastor y oveja se miraban desde las dos orillas, el pastor que conocía bien los pasos menos riesgosos, entró al agua y lenta y cuidadosamente, llegó hasta la otra orilla, ató una cuerda al cuello de su oveja y ambos volvieron a cruzar el río.

Los corderitos balaban en el corral, el pastor hizo que los dos huerfanitos mamaran de la oveja sobreviviente, que se constituyó en su madre adoptiva.

"Sin esperanza es imposible tener paciencia, porque nadie espera lo imposible y la esperanza más hermosa es la que nace en situaciones más desesperantes. La impaciencia, con la que quieren alcanzarlo todo hoy, es la que te hace perder la oportunidad de alcanzarlo mañana."

TENGAMOS UNA MENTALIDAD TRIUNFADORA


Las personas somos lo que creemos ser y nuestras "etiquetas" se forman con el recuerdo de nuestras "últimas experiencias" . 

Cuando el conductor de un automóvil sufre un accidente grave, su primera reacción es no volver a conducir. Quien se cae de la bicicleta no querrá volver a pedalear. Si persiste en la deserción, quedará marcado para siempre. 

Todos los "no puedo" tienen el mismo origen: un fracaso no superado, una caída tras la que no se realizó otro intento, un error que se fijó como la "última experiencia" . 

Nuestras expectativas en deporte, estudios, oratoria y hasta en relaciones humanas o amorosas, están determinadas por nuestras "últimas experiencias" . 

Toda información nueva, al penetrar en la mente, tiende a sustituir la información antigua relacionada con el mismo tema. El que sufrió un revés, no quiere intentarlo de nuevo. El que tuvo éxito está dispuesto a volver a tenerlo. 

La clave para ser hábil en una disciplina no es practicarla cuando sale bien, sino volver a intentarlo cuando sale mal. 

Hay un dicho deportivo que versa: "Si no duele, no hace bien". Sólo pueden ganar competencias importantes los atletas, estudiantes, profesionistas, empresarios y jefes de familia que lo entienden. En la pugna, todos los contendientes comienzan a sufrir al alcanzar el borde de la fatiga. Es una frontera clara en la que muchos abandonan la carrera, convencidos de que han llegado a su límite. Pero quienes no desfallecen, quienes hacen un esfuerzo consciente por aceptar el dolor que otros evaden, de pronto rompen el velo y entran en un terreno nuevo que se llama "segundo aire". En el segundo aire, la 
energía regresa en mayores cantidades, los pulmones respiran mejor, el sistema cardiovascular trabaja con más eficiencia y el cerebro agudiza sus sentidos. Sólo en el segundo aire se triunfa; sólo en este terreno se hacen los grandes inventos; sólo aquí se realizan las obras que trascienden y las empresas que dejan huella. Debemos llegar siempre a nuestro segundo aire. Debemos insistir y resistir. 
Sabemos que dando más de lo que debemos dar recibiremos más de lo que esperamos recibir. Sabemos que nuestros resultados son superiores porque están dados después de la fatiga, porque no fueron fáciles ni gratuitos, porque ocupamos este sitio tras haber hecho un esfuerzo extra en la vereda. Nuestro amor por lo bien hecho nos une, nuestra complicidad por haber llegado juntos a la línea de sufrimiento y haberla traspasado para permanecer juntos en el segundo aire, donde ya no se sufre, donde todo son resultados.

Somos lo que creemos. Valemos lo que tenemos en la mente y en el alma. Alcanzamos lo que soñamos con toda intensidad 

Nadie triunfa por casualidad. Cada hombre exitoso posee una filosofía de vida que lo lleva a tomar decisiones correctas en los momentos precisos.

Mañana sólo vas a cosechar aquello por lo que te partiste el alma hoy. 

Sólo los de mente arcaica piden limosna; son inútiles, aunque tengan veinte años de edad. Pero tú eres joven mentalmente. Tú puedes lograr tus sueños. 

Comienza a hacer lo que te corresponde, hoy mismo. Haz que tu mejor esfuerzo se convierta en tu mejor plegaria. 

Ora así: "Señor, lo que tengo que hacer, lo haré lo mejor que pueda, pondré mi mayor cuidado y entusiasmo. Obsérvame en la entrevista o en el examen. Te brindo mi mejor esfuerzo este día y dejo en tus manos el resultado" 

Tienes inteligencia, voluntad, conciencia; todos los elementos para triunfar. Si no logras tus anhelos es que no pagaste el precio. 

¡Actúa! ¡Deja de suspirar y hacerte el mártir! ¡Si no triunfas, es porque no quieres! No inventes excusas. Sal al campo de batalla. Hazte oír, hazte valer. 

Si no crees en ti, nadie lo hará; si no levantas la mano por temor a la crítica, podrías morirte y nadie te echaría de menos. 

¡Lucha! ¡Incluso un poeta luchador es mejor que un poeta aislado! El hombre que se dice intelectual y se retira permanentemente, en realidad es un perezoso. 

Los seres ordinarios tienen pereza de pagar el precio. Quieren llegar a la cima sin prepararse ni moverse. 

Los mediocres ven al triunfador y lo minimizan, pero no se dan cuenta de que el triunfador ha dado la vida por sus anhelos. 

Las ideas te hacen libre o esclavo. De ideas positivas te sostienes para salir del fango, como si fueran ramas de un árbol que se inclinan hacia ti.

La medicina para superar tropiezos es esforzarse, cambiar de actitud, lograr una nueva mentalidad y un incremento en tu autoestima.

¿Estás abatido? El árbol podrido en que te refugiabas fue tragado por el pantano; caíste al fango y has permanecido en él. Sacúdete el lodo, ten el coraje, la fuerza y la fe para mover tus alas anquilosadas hasta que logres elevar el vuelo rumbo al bosque fértil que te está esperando. No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importan las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad; siempre estamos a tiempo para decir "basta", para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar muy alto y muy lejos del pantano.

RAÍCES PROFUNDAS


Tiempo atrás, yo era vecino de un médico, cuyo "hobby" era plantar árboles en el enorme patio de su casa. A veces observaba, desde mi ventana, su esfuerzo por plantar árboles y más árboles, todos los días.

Lo que más llamaba mi atención, entretanto, era el hecho de que él jamás regaba los brotes que plantaba. Noté después de algún tiempo, que sus árboles estaban demorando mucho en crecer.

Cierto día, resolví entonces aproximarme al médico y le pregunté si él no tenía recelo de que las plantas no creciesen, pues percibía que él nunca las regaba. Fue cuando, con un aire orgulloso, él me describió su fantástica teoría.

Me dijo que, si regase sus plantas, las raíces se acomodarían en la superficie y quedarían siempre esperando por el agua fácil, que venía de encima. Como él no las regaba, los árboles demorarían más para crecer, pero sus raíces tenderían a migrar para lo más profundo, en busca del agua y de las varias nutrientes encontradas en las capas más inferiores del suelo.

Así, los árboles tendrían raíces profundas y serían más resistentes a las intemperies. Y agregó que él frecuentemente daba unas palmadas en sus árboles, con un diario doblado, y que hacía eso para que se mantuviesen siempre despiertas y atentas. Esa fue la única conversación que tuvimos con mi vecino.

Tiempo después fui a vivir a otro país, y nunca más volví a verlo.

Varios años después, al retornar del exterior, fui a dar una mirada a mi antigua residencia. Al aproximarme, noté un bosque que no había antes. Mi antiguo vecino, había realizado su sueño.

Lo curioso es que aquel era un día de un viento muy fuerte y helado, en que los árboles de la calle estaban arqueados, como si no estuviesen resistiendo al rigor del invierno. Entretanto, al aproximarme al patio del médico, noté cómo estaban sólidos sus árboles: prácticamente no se movían, resistiendo estoicamente aquel fuerte viento.

Qué efecto curioso, pensé. Las adversidades por las cuales aquellos árboles habían pasado, llevando palmaditas y habiendo sido privados de agua, parecía que los había beneficiado de un modo que el confort y el tratamiento más fácil jamás lo habrían conseguido.

Todas las noches, antes de ir a acostarme, doy siempre una mirada a mis hijos. Observo atentamente sus camas y veo cómo ellos han crecido.

Frecuentemente rezo por ellos. En la mayoría de las veces, pido para que sus vidas sean fáciles, para que no sufran las dificultades y agresiones de éste mundo. He pensado, entretanto, que es hora de cambiar mis ruegos.

Ese cambio tiene que ver con el hecho de que es inevitable que los vientos helados y fuertes nos alcancen. Sé que ellos encontrarán innumerables dificultades y que, por tanto, mis deseos de que las dificultades no ocurran, han sido muy ingenuos. Siempre habrá una tempestad en algún momento de nuestras vidas, porque, queramos o no, la vida no es muy fácil.

Al contrario de lo que siempre he hecho, rezaré para que mis hijos crezcan con raíces profundas, de tal forma que puedan retirar energía de las mejores fuentes, de las más divinas, que se encuentran siempre en los lugares más difíciles.

Pedimos siempre tener facilidades, pero en verdad lo que necesitamos hacer es pedir para desenvolver raíces fuertes y profundas, de tal modo que cuando las tempestades lleguen y los vientos helados soplen, resistamos bravamente, en vez de que seamos subyugados y barridos por el viento.

EL HOMBRE Y LOS PAJARITOS


Había una vez un agricultor escéptico, al cual, entre otra cosas le costaba trabajo entender el por qué de la Encarnación de Cristo. Para que tenía que venir como uno de nosotros. Por eso no le hacemos caso. Hubiera venido lleno de la gloria que dicen que tiene, y así nos hubiera impresionado y todos lo seguiríamos.

Cierta noche fría de invierno el hombre oyó un golpeteo irregular contra la puerta. Fue hacia una ventana y vio cómo varios pequeños gorriones, atraídos por el evidente calor que había dentro de la casa, se golpeaban contra el vidrio de la puerta.

Conmovido, el agricultor se abrigó bien y cruzó el patio cubierto de nieve para abrir la puerta del granero para que los pobres pájaros pudieran entrar. Prendió las luces y echó algo de heno en un rincón. Pero los gorriones, que se habían dispersado en todas direcciones cuando él salió de la casa, se ocultaban en la oscuridad, temerosos.

El hombre intentó varias cosas para hacerlos entrar en el granero. Hizo un caminito de migas de pan para guiarlos. Dio vuelta por detrás de donde estaban los pájaros para ver si los podía espantar en dirección al granero. Nada dio el resultado esperado. Él, una enorme criatura extraña, los aterrorizaba; los pájaros no podían entender que él estaba tratando de ayudarles.

El hombre de campo se retiró a su casa y observó a los condenados gorriones a través de su ventana. Mientras los observaba, un pensamiento le llegó de repente: ¡Si tan sólo pudiera convertirme en un pájaro, ser uno de ellos por un momento!

Entonces no los asustaría. Les podría mostrar el rumbo hacia el calor y la seguridad.

Y casi al mismo tiempo, otro pensamiento le golpeó con gran fuerza. Entendió la razón por la que Jesús había nacido.

POR QUE DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE HA DADO A SU HIJO UNIGÉNITO, PARA QUE TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA.

PARA SER FUERTE


No veas en los obstáculos una fuente de problemas, descubre en ellos la oportunidad de superarte y enfréntalos con valentía.

Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observó a la mariposa por varias horas, mientras ella se esforzaba para hacer que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero.

En tanto, parecía que ella había dejado de hacer cualquier progreso. Parecía que había hecho todo lo que podía, pero no conseguía agrandarlo. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: el tomó una tijera y abrió el capullo. La mariposa pudo salir fácilmente, pero su cuerpo estaba marchito, era pequeño y tenía las alas arrugadas.

El hombre siguió observándola porque esperaba que, en cualquier momento, las alas se abrieran y estirasen para ser capaces de soportar el cuerpo, y que éste se hiciera firme.

¡Nada aconteció! En verdad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo marchito y unas alas encogidas. Ella nunca fue capaz de volar.

Lo que el hombre, en su gentileza y su voluntad de ayudar no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era la forma en que Dios hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa, fuese a sus alas, de tal modo que ella estaría lista para volar, una vez que se hubiese liberado del capullo. 

Algunas veces, el esfuerzo es exactamente lo que necesitamos en nuestra vida. Si Dios nos permitiese pasar por nuestras vidas sin encontrar ningún obstáculo, nos dejaría limitados. No lograríamos ser tan fuertes como podríamos haber sido.

Nunca podríamos volar. 

Pedí fuerza... y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.

Pedí sabiduría... y Dios me dio problemas para resolver.

Pedí prosperidad... y Dios me dio cerebro y músculos para trabajar. 

Pedí valor... y Dios me dio obstáculos para superar. 

Pedí amor... y Dios me dio personas con problemas a las cuales ayudar. 

Pedí favores... y Dios me dio oportunidades.

Yo no recibí nada de lo que pedí... Pero he recibido todo lo que necesitaba.

Vive la vida sin miedo, enfrenta todos los obstáculos y demuestra que puedes superarlos. 

LIMPIA A DIARIO TU ALMA


Cierto fin de semana unos amigos limpiaban cada uno su automóvil. 

Orgullosos de lo bien que habían quedado decidieron salir a pasear.

Sin embargo, al pasar los días uno de ellos notó que al contrario del auto de su amigo, el auto suyo poco a poco iba ensuciándose.

Y que cada vez le daban menos ganas de volverlo a limpiar.

Preguntó a su amigo el motivo por el cual su auto no se ensuciaba. 

A lo cual su amigo respondió:

- "¡Oh! no, ¡claro que se ensucia!. Lo que pasa es que todos 
los días al llegar a casa lo limpio'. 

- En muchas ocasiones no "arreglamos con Dios" y nos sentimos bien, al grado de ir a la calle y ver la vida de una forma diferente. Sin embargo al correr los días y encontrarnos con los problemas diarios y nuestros propios errores, nos vamos "ensuciando" y poco a poco nos alejamos de Dios, y nos dan pocas ganas de "limpiar" nuestra vida pues decimos "Se volverá a ensuciar".

- Sin embargo, lo importante no es solamente ponernos en paz con Dios un solo día, sino cada noche, cada mañana y en todo momento. De esta forma, nuestra alma estará "al día" y no acumularemos penas, dolores, angustias y errores en nuestras vidas.

- Hoy tienes la oportunidad de limpiar tu vida delante de tu creador, y cada noche o cuando lo necesites hablar con Él, y dejarlo que te limpie cada día. Pues cada mañana tiene sus propios desafíos, alegrías y dificultades.

No dejes que el polvo se acumule en tu vida, mantén limpia tu alma cada día. Y eso no significa que no se vaya a ensuciar, la diferencia será que la limpies cada día

EL ELEFANTE ENTERO


En todos los juicios que yo hago sobre ti, hay un juicio sobre mí mismo. Y ambos son igualmente ciertos o falsos.

Mientras piense que yo estoy en posesión de la verdad y tú no lo estás, crearé separación, desigualdad y estableceré las bases para que el sufrimiento se instale en mi vida. Lo mismo ocurre si pienso que tú posees la verdad y yo no.

La realidad es que ambos poseemos una parte de la verdad y una parte de ilusión. Los dos miramos al mismo elefante, pero tú ves la cola y yo veo el tronco. Cuando se mira por separado, la cola y el tronco parecen que no tienen nada en común. Sólo cuando se ve la totalidad del elefante es cuando la cola y el tronco unidos, cobran sentido.

No importa cuanto me esfuerce, me es imposible ver el significado de tu parte. La cola no comprende ni el porqué, ni la razón del tronco. La única forma en la que admitiré tu experiencia es aceptarla como cierta, de la misma manera que acepto la mía como tal. Debo dar la misma credibilidad a tus percepciones que a las mías. Hasta que no establezcamos esta igualdad, la semilla del conflicto permanecerá entre nosotros.  

No es necesario que diga que tú tienes razón y que yo estoy equivocado. No necesito reemplazar mi verdad por la tuya, o vivir mi vida según tus premisas. Ni tampoco es preciso que diga que tú estás equivocado y que insista en que debes vivir tu vida según mis condiciones.

Estas exigencias provienen de la inseguridad y de la falsa creencia de que, para amarnos los unos a los otros, debemos estar de acuerdo. No es cierto. Para amarte debo aceptarte tal y como eres. Es lo único que debo hacer.

¡Pero eso es mucho! Aceptarte a ti tal y como eres, es una proposición tan profunda, como aceptarme a mí mismo tal y como soy. Es una tarea formidable, dada mi poca experiencia en este campo.

Permitir que tengas tu experiencia es el principio. Aprendo a respetar lo que piensas y sientes incluso cuando no me gusta o no estoy de acuerdo con ello. Incluso aunque me disguste.

En lugar de hacerte responsable del dolor que siento en relación a ti, aprendo a enfrentarme a mi propio dolor. Mi reacción a tu experiencia -positiva o negativa- me proporciona información sobre mí mismo. El compromiso conmigo mismo y contigo es trabajar con mi propio dolor, no responsabilizarte a ti de él.

Sólo cuando te devuelva el don de tu propia experiencia, sin imponerte mis propios pensamientos y sentimientos sobre ella, te amaré sin condiciones.

Cuando acepte tu experiencia tal cual es, sin sentir la necesidad de cambiarla, te respetaré y te trataré como a un ser espiritual.

Mis pensamientos y sentimientos tienen importancia en sí mismos, pero no como comentarios o acusaciones a tu experiencia. Al comunicar lo que pienso o siento sin hacerte responsable de mis pensamientos y sentimientos, acepto mi propia experiencia y permito que tú tengas la tuya.

En las relaciones, al igual que en la conciencia, las dos caras de la moneda deben ser aceptadas como iguales. Una persona no superará el conflicto hasta que la experiencia de ambas haya sido respetada.

La cuestión no es nunca el acuerdo, aunque lo parezca. La cuestión es: ¿Somos capaces de respetar nuestra experiencia mutuamente?

Cuando sentimos que la otra persona nos acepta tal y como somos, tenemos la motivación para adaptarnos el uno al otro. Adaptarse es hacerle al otro un lugar junto a nosotros; es no imponerse ni que se nos impongan.

Una vez que se llega a la adaptación, ambas partes moran juntas. El hombre y la mujer, el blanco con el negro, el rico con el pobre, los judíos con los cristianos. Aceptar nuestras diferencias es honrar la humanidad que tenemos en común, es bendecir mutua y profundamente la experiencia que compartimos.

De modo que la cola y el tronco discutirán hasta ponerse morados y ninguno de los dos ganará la discusión. Ambas experiencias son igualmente válidas.

Al permitir que esto sea posible, el elefante empieza a cobrar forma.

Al aceptar la validez de tu experiencia sin intentar cambiarla, sin intentar que sea algo más parecida a la mía, mi propia experiencia empezará a adquirir un mayor significado. Cuando te contemplo como a un igual y no como a alguien que precisa ser educado, reformado o determinado, el significado de nuestra relación se revela por sí mismo. Cuando se le da la bienvenida a cada parte, el todo empieza a tomar forma y resulta más fácil comprender y apreciar el significado de las partes.

Un mundo que pretende conseguir un acuerdo, encontrará conflicto y sectarismo. Un mundo que proporciona un espacio seguro a la diversidad, encontrará la unidad esencial para convertirse en entero.

Frente a los opuestos tenemos dos opciones: resistirlos o abrazarlos. Si los resistimos, provocaremos un conflicto entre el yo y el otro. Si los aceptamos, los integraremos como agentes dinámicos y originaremos una transformación alquímica en el interior del yo.

COMO LO PIENSES, ASÍ SERÁ


Si piensas que no puedes; seguro no podrás. Si piensas que te duele; la herida no sanará. La fuerza está dentro de ti, y sólo tu si lo deseas, PUEDES SUPERARLO.

Si te detienes a pensar que hay calor; no dejarás de sudar. Si piensas que tienes hambre, hasta tu estómago podrá hablar, si sientes que se apodera de tus huesos el frío, no pararás de temblar Si te quedas en cama contemplando la enfermedad; no vas a sanar. Si recuerdas a cada instante la palabra que te hirió; no aprenderás a perdonar. Porque como lo pienses, así será.

Si crees que ya no puedes hacer más; no lo harás. Si piensas que es imposible de alcanzar; no lo realizarás. Si te sientes aburrido o deprimido, la nubecita gris no se apartará. Como lo pienses, así será.

Si culpas a Dios de lo que ha de pasar, tu fe se debilitará. Si te detienes a mirar el reloj para ver el tiempo pasar; sentirás que se detendrá. Si dejas de soñar, perderás la ilusión y la rutina se apoderará de ti.

Si recibes las miradas de otros, como burlas o críticas; te opacarás. Si sientes que te vas a equivocar o te saldrá mal; fallarás de verdad. Si no te logras a ti mismo perdonar, te autodestruirás, Porque como lo pienses, así será.

Piensa en grande y tus obras crecerán, trata de descubrir lo mejor de los demás, y sentirás que tu vida con ellos se enriquecerá. Contempla en ti la perfección de Dios, y tu autoestima nunca decaerá. Vive cada día como una nueva oportunidad, y tu ilusión jamás perderás.

Piensa que puedes hacerlo, y lo harás. Siente que eres capaz de perdonar, y perdonarás. No dejes de soñar, y tu fuerza no perderás. Cree siempre que puedes y podrás.

Mírate en el espejo y descubre tu belleza interior, y sentirás que no necesitas la moda ni tener que imitar para descubrir en ti el inmenso valor que te ha de adornar. Como veas la vida así será; como lo pienses, lo harás; porque Dios al crearte te dio libertad.

Siente y piensa que cada cosa y momento es muestra del inmenso Amor que el Amigazo te ha de profesar; estoy segura, que en tu corazón siempre habrá paz, y pase lo que pase, experimentarás la verdadera felicidad.

EL ROBLE Y LA HIEDRA


Un hombre edificó su casa. Y la embelleció con un jardín interno. En el centro plantó un roble. Y el roble creció lentamente. Día a día echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de resistir los vientos y las tormentas.

Junto a la pared de su casa plantó una hiedra y la hiedra comenzó a levantarse velozmente. Todos los días extendía sus tentáculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared.

Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.

- "¿Cómo estás, amigo roble?", preguntó una mañana la hiedra.

-" Bien, mi amiga" contestó el roble.

-" Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura ", agregó la hiedra con mucha ironía. "Desde aquí se ve todo tan distinto. A veces me da pena verte siempre allá en el fondo del patio".

-" No te burles, amiga", respondió muy humilde el roble. " Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza ".

Entonces la hiedra lanzó una carcajada burlona.

Y el tiempo siguió su marcha.

El roble creció con su ritmo firme y lento.

Las paredes de la casa envejecieron.

Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón la casa y su jardín. Fue una noche terrible.
El roble se aferró con sus raíces para mantenerse erguido. La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada. La lucha fue dura y prolongada.

Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble. Y el hombre arrancó la hiedra, y la quemó.

Mientras tanto el roble reflexionaba: "Es mejor crecer sobre raíces propias y crear un tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de otros"

miércoles, 27 de agosto de 2008

LOS PAVOS NO VUELAN


Un paisano encontró en Catamarca un huevo muy grande. Nunca había visto nada igual. Y decidió llevarlo a su casa.

-¿Será de un avestruz? -preguntó a su mujer.

-No. Es demasiado abultado -dijo el abuelo.

-¿Y si lo rompemos? -propuso el ahijado.

-Es una lástima. Perderíamos una hermosa curiosidad- respondió cuidadosa la abuela.

-Ante la duda, lo voy a colocar debajo de la pava que está empollando huevos. 

Tal vez con el tiempo nazca algo- afirmó el paisano, y así lo hizo.

Cuenta la historia que a los quince días nació un pavito oscuro, grande, nervioso, que con mucha avidez comió todo el alimento que encontró a su alrededor. 

Luego miró a la madre con vivacidad y le dijo entusiasta:

-Bueno, ahora vamos a volar.

La pava se sorprendió muchísimo de la proposición de su flamante cría y le explicó: -Mira, los pavos no vuelan. Te sienta mal comer deprisa- Entonces trataron de que el pequeño comiera más despacio, el mejor alimento y en la medida justa.

El pavito terminaba su almuerzo o cena, su desayuno o merienda y les decía a sus hermanos:

-Vamos, muchachos a volar. Todos los pavos le explicaban entonces otra vez:

-Los pavos no vuelan. A ti te sienta mal la comida. El pavito empezó a hablar más de comer y menos de volar. Y creció y murió en la pavada general: Pero era un cóndor. Había nacido para volar hasta los 7,000 metros. Pero nadie volaba.

El riesgo de morir en la pavada general es muy grande. Como nadie vuela

Muchas puertas están abiertas porque nadie las cierra y otras están cerradas porque nadie las abre.

El miedo al hondazo es terrible. La verdadera protección está en las alturas.  

Especialmente cuando hay hambre de elevación y buenas alas.

PEREGRINO


-Que dirección tomaste peregrino? 

-Vengo por las sendas de la Ley, Hermano.

-Por cuantas encrucijadas has pasado?

-Cinco veces tuve que detenerme para descubrir hacia donde ir. a lo largo del recorrido recibí muchas invitaciones y generosas promesas para ingresar por vías secundarias. Sin embargo, no las acepté, pues en el pasado conocí el sabor amargo del desvío. Aprendí hermano, que para seguir el Camino de la Ley tendría que tener humildad y fe, tendría que entregarme al Supremo. También aprendí, con el sufrimiento y con el dolor, que sin perseverancia ni sinceridad no podría emprender tan osado viaje.

Camino sin igual: estrecho como es, por poco que me distraiga, puedo extraviarme; rectilíneo, en le horizonte oculta su principio y su fin. A cada paso, aporta un nuevo aprendizaje, una tarea y una prueba. He vivido mis días transitándolo, y por ellos le doy gracias al Supremo.

-Se perfectamente que dices la verdad. Ahora que pasaste por las cinco grandes pruebas la soberbia, la lasitud, la mentira, el hurto sutil o el uso incorrecto de la energía y la cobardía. y que también te mantuviste fiel en medio de los pequeños desafíos, llegarás a un nuevo estrecho portal; al cruzarlo, una gran estrella se te revelará y, con su luz transparente, iluminará tu senda.

LO QUE CADA UNO POSEE


Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios. 

En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.

Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.

Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde dice: "Cada uno da lo que posee."

Así que, no se entristezca con la actitud de algunas personas; no pierda su serenidad.

La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.

Domine sus reacciones emotivas. Sea dueño de si mismo. No arroje leña en el fuego de su aborrecimiento.

No pierda su calma. Piense antes de hablar y no ceda a su impulsividad.

"Guardar resentimientos es como tomar veneno".

LAS NUEVE VACAS


Dos amigos marineros viajaban en un buque carguero por todo el mundo, y andaban todo el tiempo juntos. Así que, esperaban la llegada a cada puerto para bajar a tierra, encontrarse con mujeres, beber y divertirse. 

Un día llegan a una isla perdida en el Pacífico, desembarcan y se van al pueblo para aprovechar las pocas horas que iban a permanecer en tierra. 

En el camino se cruzan con una mujer que está arrodillada en un pequeño río lavando ropa. 

Uno de ellos se detiene y le dice al otro que lo espere, que quiere conocer y conversar con esa mujer. El amigo, al verla y notar que esa mujer no es nada del otro mundo, le dice que para qué, si en el pueblo seguramente iban a encontrar chicas más lindas, más dispuestas y divertidas. 

Sin embargo, sin escucharlo, el primero se acerca a la mujer y comienza a hablarle y preguntarle sobre su vida y sus costumbres. 

Cómo se llama, qué es lo que hace, cuantos años tiene, si puede acompañarlo a caminar por la isla. 

La mujer escucha cada pregunta sin responder ni dejar de lavar la ropa, hasta que finalmente le dice al marinero que las costumbres del lugar le impiden hablar con un hombre, salvo que este manifieste la intención de casarse con ella, y en ese caso debe hablar primero con su padre, que es el jefe o patriarca del pueblo. 

El hombre la mira y le dice: “Está bien. Llévame ante tu padre. Quiero casarme contigo”. 

El amigo, cuando escucha esto, no lo puede creer. Piensa que es una broma, un truco de su amigo para entablar relación con esa mujer. Y le dice: “¿Para qué tanto lío? Hay un montón de mujeres más lindas en el pueblo. ¿Para qué tomarse tanto trabajo?”. 
El hombre le responde: “No es una broma. Me quiero casar con ella. Quiero ver a su padre para pedir su mano”. 

Su amigo, más sorprendido aún, siguió insistiendo con argumentos tipo: “¿Tu estás loco?” “¿Qué le viste?” “¿Qué te pasó?” “¿Seguro que no tomaste nada?” y cosas por el estilo. 

Pero el hombre, como si no escuchase a su amigo, siguió a la mujer hasta el encuentro con el patriarca de la aldea. 

El hombre le explica que habían llegado recién a esa isla, y que le venía a manifestar su interés de casarse con una de sus hijas. El jefe de la tribu lo escucha y le dice que en esa aldea la costumbre era pagar una dote por la mujer que se elegía para casarse. 

Le explica que tiene varias hijas, y que el valor de la dote varía según las bondades de cada una de ellas, por las más hermosas y más jóvenes se debía pagar 9 vacas, las había no tan hermosas y jóvenes, pero que eran excelentes cuidando los niños, que costaban 8 vacas, y así disminuía el valor de la dote al tener menos virtudes. 

El marino le explica que entre las mujeres de la tribu había elegido a una que vio lavando ropa en un arroyo, y el jefe le dice que esa mujer, por no ser tan agraciada, le podría costar 3 vacas. 

“Está bien” respondió el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”. 

El padre de la mujer, al escucharlo, le dijo: “Ud. no entiende. La mujer que eligió cuesta tres vacas, mis otras hijas, más jóvenes, cuestan nueve vacas”. 

“Entiendo muy bien”, respondió nuevamente el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”. 

Ante la insistencia del hombre, el padre, pensando que siempre aparece un loco, aceptó y de inmediato comenzaron los preparativos para la boda, que iba a realizarse lo antes posible. 
El marinero amigo no lo podía creer. Pensó que el hombre había enloquecido de repente, que se había enfermado, que se había contagiado de una rara fiebre tropical. No aceptaba que una amistad de tantos años se iba a terminar en unas pocas horas. Que él partiría y su mejor amigo se quedaría en una perdida islita del Pacífico. 

Finalmente, la ceremonia se realizó, el hombre se casó con la mujer nativa, su amigo fue testigo de la boda y a la mañana siguiente partió en el barco, dejando en esa isla a su amigo de toda la vida. 

El tiempo pasó, el marinero siguió recorriendo mares y puertos a bordo de los barcos cargueros más diversos y siempre recordaba a su amigo y se preguntaba: “¿qué estaría haciendo?, ¿cómo sería su vida?, ¿viviría aún?”. 

Un día, el itinerario de un viaje lo llevó al mismo puerto donde años atrás se había despedido de su amigo. Estaba ansioso por saber de él, por verlo, abrazarlo, conversar y saber de su vida. 

Así es que, en cuanto el barco amarró, saltó al muelle y comenzó a caminar apurado hacia el pueblo. 

“¿Dónde estaría su amigo?, ¿Seguiría en la isla?, ¿Se habría acostumbrado a esa vida o tal vez se habría ido en otro barco?” 

De camino al pueblo, se cruzó con un grupo de gente que venía caminando por la playa, en un espectáculo magnífico. 

Entre todos, llevaban en alto y sentada en una silla a una mujer bellísima. 
Todos cantaban hermosas canciones y obsequiaban flores a la mujer y esta los retribuía con pétalos y guirnaldas. 

El marinero se quedó quieto, parado en el camino hasta que el cortejo se perdió de su vista. Luego, retomó su senda en busca de su amigo. 

Al poco tiempo, lo encontró. Se saludaron y abrazaron como lo hacen dos buenos amigos que no se ven durante mucho tiempo. 

El marinero no paraba de preguntar: “¿Y cómo te fue?, ¿Te acostumbraste a vivir aquí?, ¿Te gusta esta vida?, ¿No quieres volver?” 

Finalmente se anima a preguntarle: “¿Y como está tu esposa?” Al escuchar esa pregunta, su amigo le respondió: “Muy bien, espléndida. Es más, creo que la viste llevada en andas por un grupo de gente en la playa que festejaba su cumpleaños” 

El marinero, al escuchar esto y recordando a la mujer insulsa que años atrás encontraron lavando ropa, preguntó: “¿Entonces, te separaste? No es la misma mujer que yo conocí, ¿no es cierto?” “Si” dijo su amigo, “es la misma mujer que encontramos lavando ropa hace años atrás”. 

“Pero, es muchísimo más hermosa, femenina y agradable, ¿cómo puede ser?”, preguntó el marinero. 

“Muy sencillo” respondió su amigo. “Me pidieron de dote 3 vacas por ella, y ella creía que valía 3 vacas. Pero yo pagué por ella 9 vacas, la traté y consideré siempre como una mujer de 9 vacas. La amé como a una mujer de 9 vacas. Y ella se transformó en una mujer de 9 vacas”.

LOS DOS HERMANOS


Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en armonía por muchos años. 

Ellos vivían en granjas separada pero un día, cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.

Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

- Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".

-"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted.

Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.

La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvío el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.

¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."

El carpintero le dijo: "creo que comprendo la situación".

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.

Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.

El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó.

No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.

Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo: -"Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho".

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.

-"No, espera". "Quédate unos cuantos días tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.

"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".

Muchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a los sentimientos, No permitas que un pequeño desliz malogre una gran amistad.

Recuerda que el silencio a veces es la mejor respuesta.

Una casa feliz es lo que más importa. Haz todo lo que esté a tu alcance para crear un ambiente en armonía.

Recuerda que la mejor relación es aquella donde el amor entre dos personas es mayor de que la necesidad que ellas tienen una por la otra.

LA ROSA Y EL SAPO


Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. 

Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. 

Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. 

Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres. 

Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa: y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos -Le dijo entonces: Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó? La rosa contestó: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. 

El sapo solo contestó: Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín. 

EL MAESTRO Y EL ALACRÁN


Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. 

Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. 

Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: 
Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?" 

El maestro respondió: 
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar". 

Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida. 

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. 

Algunos persiguen la felicidad; otros la crean. 

CIELO E INFIERNO


Cierto día, un gran sabio religioso le pidió a Dios que le permitiera ver como era el Cielo y el Infierno para compartir su experiencia con los demás hombres. 

El sabio de inmediato se sumergió en sueños y mediante el poder de Dios su alma viajó a los diferentes destinos. 

Dios decidió mostrarle primero el infierno. Era una gran mansión, cuya única habitación era un largo e infinito comedor. El comedor era tan amplio como una autopista y al frente de cada comensal estaban servidos los mejores y más variados platillos y manjares existentes. El sabio observó detenidamente sus caras y notó que estaban enfermos, y que tenían hambre ya que sus cubiertos eran tan largos como remos, y por más que intentaran estirar sus brazos no alcanzaban a alimentarse. 

El sabio simplemente observó detenidamente y en silencio. Imaginaba que el cielo sería totalmente diferente. 

Después de observar unos segundos más, Dios decidió mostrarle al sabio el Cielo. El sabio comenzó a mover sus manos mientras ascendía en ese lento trance. 

Cual sería el asombro de ver la misma mansión, y entrar en ella. La única habitación era un gran comedor con las mismas dimensiones y características del infierno. Estaba servida con los mismos platillos ostentosos... Sabía que algo diferente tenía que ocurrir. 

Observó que los comensales, a pesar de tener cucharas tan largas como remos se veían saludables, llenos de vigor y felices. Él sabio se preguntó a sí mismo: ¿Pero cómo están tan felices si ellos por si mismos no pueden alimentarse? Ahhhh, es eso. Y observó que cada comensal alimentaba al que estaba en frente.

martes, 26 de agosto de 2008

VIVIR COMO LAS FLORES


Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?.. Algunas personas 
hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento 
odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian. 
  
- ¡Pues, vive como las flores! advirtió el maestro. 
  
- Y ¿cómo es vivir como las flores? preguntó el discípulo. 
  
- Pon atención a esas flores- continuó el maestro, señalando unos lirios 
que crecían en el jardín. 
  
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. 
  
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien. 
  
Esto, es vivir como las flores.

LA RENOVACIÓN DEL ÁGUILA


El águila , es el ave que posee la mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años. 

Pero para llegar a esa edad ,a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión. A los 40 años. 

Sus uñas curvas y flexibles, no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta. 

Su pico alargado y puntiagudo, también se curva. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas por las gruesas plumas. Volar es ahora muy difícil. 

Entonces el águila, tiene sólo dos alternativas: Morir, ó enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días. 

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared , donde no necesite volar.

Entonces, apenas encuentra ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta conseguir arrancárselo. 

Apenas lo arranca, debe esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después, va a arrancar sus viejas uñas. 

Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas. 

Y después de cinco meses , sale victorioso para su famoso vuelo de renovación y de revivir, y entonces dispone de 30 años más. 

A veces nos preguntamos: ¿Por qué renovarnos? En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.  

Para que reanudemos un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado. 

Solamente libres del peso del pasado, podremos aprovechar el valioso resultado de una renovación.

¿CONOCES EL PODER DESTRUCTIVO DE TUS EMOCIONES?


Acostumbras llevarte por tus estados emocionales, creyendo (conciente o inconcientemente) que no puedes hacer nada con ellos y que son inofensivos una rabieta por aquí, un llantito por allá, alguna sonrisa por acullá…
 
Nada más falso. Cuando te preguntas inocentemente: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? puedes responderte que muchísimo. Has puesto piedra sobre piedra para construir ese estado de ánimo, esa circunstancia, esa vida. Y están hechas de emociones descontroladas, incitadas por pensamientos repetitivos.  
 
¿Para qué sirven las emociones? Entre otras cosas, son mensajeras. Te cuentan qué te está pasando. Por ejemplo, si alguien trata de avasallarte o te falta el respeto, sentirás enojo. Por definición, una emoción es pasajera, dura segundos, te mueve a hacer algo. En este caso, a poner un límite. Pero, si no lo haces o no te permites sentir tu ira o traes antiguas memorias de algo parecido, su función primordial se pierde y lo que haces es acumularlo.
 
¿Adónde va ese enojo (o cualquier otra emoción contenida)? A tus células. ¿Sabes que cada una de tus células vibra en el amor, que el “pegamento” de tu cuerpo es el amor? Si sientes o piensas cualquier cosa disfuncional, estás creando desarmonía. Estás haciendo que tus células griten pidiendo amor. Estás forjando un problema que busca un lugar para manifestarse.  
 
Y lo hará en tu cuerpo físico, a través de un síntoma, una enfermedad, un dolor, una contractura. O en tu cuerpo emocional, por medio de sufrimiento, angustia, tristeza, depresión. O en tu cuerpo mental, con desánimo, postergación, ansiedad, fracasos, desvalorización, carencias.  
 
¿Quedan en ti solamente estas consecuencias? No, tu padecimiento personal se trasunta en tu entorno, en tus relaciones, eso ya lo sabes. Lo que quizás no sabes es que también aportas al inconsciente colectivo, a las formas-pensamiento humanas, a los calamidades de la Tierra… y más allá.  
 
Cuando cuento esto, muchas personas sienten que las estoy acusando, que las estoy agobiando, llenando de culpas. Es exactamente lo contrario: les estoy mostrando su libertad para elegir, su poder para cambiar lo que sea. 
 
Entonces, ¿qué puedes hacer para sanar ese grito de tus células? ¡Tantas cosas! Entre ellas, darte cuenta de que tus emociones son pasajeras y no aferrarte a ellas (libéralas con tu respiración); tomar conciencia de que no eres una isla y que Todos Somos Uno (aquí hay mucho aprendizaje) ; asumir que eres el co-creador de tu vida (aquí hay tanto poder y creatividad para desplegar); escuchar a tus células, soltarles su carga, hablarles con amor, induciéndolas a la sanación.  
 
Tal vez, necesites ayuda para lograrlo. Libros, conferencias, audios, ayuda profesional, meditación, etc. Sea lo que sea, con quien sea, deja de postergarlo porque el único tiempo es AHORA. Cualquier otra opción, incrementa tu sufrimiento. Entonces, comienza a amarte y a valorarte. Haz algo por ti. Eres el único que está y estará contigo toda la vida.
 
Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, sé feliz hoy. Toma un cántaro de vino, siéntate a la luz de la luna y bebe pensando en que mañana quizás la luna te busque en vano.