domingo, 29 de junio de 2008

LA VIDA ES UN ESPEJO


“El dinero no nos proporciona amigos, sino enemigos de mejor calidad”

“No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones”

Se dice que hace tiempo en un lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio de la lluvia logró entrar por un agujero de una puerta de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir se topó con una puerta semiabierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más, observándole tan fijamente a él, como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar las orejas. Poco a poco los mil perritos hicieron lo mismo, luego sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y le ladraban alegremente. Cuándo el perrito salió del cuarto, se quedó pensando para si mismo: “Que lugar tan agradable... voy a venir más seguido”

Tiempo después otro perrito callejero entró en el mismo sitio y se encontró con el mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles y los otros mil perritos le ladraron a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: “Que lugar tan horrible es este... nunca más volveré a entrar ahí”

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: “LA CASA DE LOS MIL ESPEJOS”

Todos los rostros del mundo son espejos. Decide: ¿Cual rostro llevaras por dentro? Y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.

EL CORAZON PERFECTO


Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y 
confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el 
ni máculas ni rasguños.

Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.

Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo: -Perdona mi atrevimiento, pero, por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío, o el de tantas otras personas- 

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió ¿como puede él decir que su corazón es más hermoso? pensaron ...

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. -Debes estar bromeando- dijo. -Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor-

-Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto, pero yo jamás 
me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido-

-Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón- 

-¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?- El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. 

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior. Sí, en verdad ahora, puedo ver lo hermoso que es tu corazón.

Y tu corazón, ¿cuántas cicatrices tiene?

sábado, 28 de junio de 2008

DISFRUTAR EL HOY


Los sentimientos de culpa son un cáncer del espíritu. Es nocivo culparse a sí mismo o a los demás.
Es bueno reconocer los errores, pero sin estancarse en el ayer con severas acusaciones.
Cree en la fuerza liberadora del PERDÓN.
Dios es perdón y «no lleva cuentas del mal. La culpa ya no mejora el pasado, pero si daña el presente y oscurece el porvenir. Culparse por las fallas del pasado es enterrarse en vida.
Perdónate a ti mismo y deja el lastre de tus yerros. Ama cada día más para progresar, pero no te acuses, no seas masoquista.
La culpa es un viaje inútil al pasado. Si hoy lloras por lo que hiciste ayer, mañana tendrás que culparte por las energías malgastadas hoy.
Si de noche lloras por el sol, no podrás admirar las estrellas.
Disfruta el ahora que vives sin recriminarte o recriminar a otros por lo que ya pasó.

DIFERENCIAS


Dios en su gran imaginación, quiso hacer derroche de creatividad en su creación; por ello no existen seres iguales, cada uno existe por una particular razón. Animales y plantas variados, que en la naturaleza ocupan un lugar especial; si fueran idénticos no habrían variedad de paisajes para contemplar, todo sería igual. 

Es como el artista que en cada obra, da riendas sueltas a su imaginación, Si fuéramos iguales, el poeta, el pintor, el escultor y el cantor, no tendrían inspiración. No sólo nuestra apariencia es diferente, también lo es nuestro
corazón, Cada uno ama a su manera, cada uno tiene un sueño e ilusión. 

Aunque somos diferentes, ante Dios tenemos el mismo valor, No importa que seas alto o bajo, gordo o flaco, o tu piel sea de otro color. Si difieres al vestir, hablar u orar; nadie te puede juzgar, Si siendo quien eres y haciendo lo que haces, a nadie haz de herir o dañar. Nadie puede obligarte a ser de otra manera, lucha por tu identidad, Dios te ama sin condiciones, El es quien tiene la VERDAD.

Existen mil formas de amar, creer, pensar, orar, vestir, caminar y actuar. No podemos ser máquinas en serie, hay cosas que nos han de diferenciar. Si alguien dice amarte pero te exige, que tienes que cambiar, No es amor verdadero, pues no te sabe aceptar.

No podemos juzgar a otros, porque de nosotros difieren, Recuerda que Dios a todos por igual nos quiere.

Lo bello del mundo es la diversidad, contemplar lo que eres, aprenderte así a amar, sentir que podemos juntos crecer, que nos podemos complementar, que soy capaz de descubrir, el tesoro que dentro de ti haz de tener y me puede enriquecer.

Si Dios quisiera que todos fuéramos iguales, no existirían personas como tú o como yo, que pensamos, soñamos, sentimos, actuamos, nos vestimos, creemos, amamos cada uno a su manera, y así ocupamos un lugar especial en la creación. Si respetamos las diferencias, no habría guerras ni desilusión, nos aceptaríamos como somos, y la paz fuera realidad y no tan solo una ilusión.

Así debemos ser las humanos, capaces de amar sin juzgar ni discriminar; respetar las diferencias, y a todos saber acoger y aceptar.

viernes, 27 de junio de 2008

EL SILENCIO INTERIOR


El silencio significa: La capacidad de pensar sin cabeza, la capacidad de volar sin alas, la capacidad de caminar sin pies, la capacidad de observar sin perturbar, la capacidad de escuchar sin interrumpir, la capacidad de palpar sin crear incomodidad. la capacidad de disfrutar la flor sin robarle su aroma y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.

La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.

No solo el silencio de afuera es necesario, pero también el silencio interior.

Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir. Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.

Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz.

El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille. 

El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón.

Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido a la ira, al orgullo etc.. esto es lo que significa la falta de silencio.

Todas las preguntas están listas para ser respondidas, sin importar que profundas sean. Simplemente entra en la paz del silencio, calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, deja que la calma te invada, deja que el silencio te posea, en ese momento lo viejo desaparece y lo nuevo nace en ti.

Recuerda el silencio es el vientre de donde nacen los sabios. Si deseas adquirir sabiduría, vuelve a nacer en medio del silencio. Solo así encontrarás tu razón de ser, la razón por la cual haz nacido.

Siéntate cómodamente, observa a tu alrededor, no juzgues, detente en tu afán, observa de nuevo, comprende que tu vida es un tesoro, deja tus preocupaciones a un lado. no hay necesidad de llevar un equipaje pasado, ya tu corazón tiene lo que necesitas en este viaje maravilloso que es tu vida.

Deja el temor y permite que el silencio te posea, solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz de Dios dentro de ti llamándote a vivir plenamente, llamando para darte a conocer todos los misterios del universo y no solamente esto, también esa voz quiere darte a conocer el secreto de la vida eterna, pero cuidado, no creas en promesas, has que esta se convierta en tu única realidad. 

Solo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y sobre todo el estar vivo.

CON LAS MANOS VACIAS


Hace varios años se rodó una película que llevaba por título: "Con las manos vacías". En ella había una escena de una señora, muy elegante, pero muy descuidada en sus deberes religiosos. Va por la carretera con su flamante automóvil, último modelo. Se distrae y choca tan fuertemente contra un camión, que la arroja fuera del carro, a la acequia. El camionero huye. Y queda sola la señora viéndose desangrarse sin remedio. Al ver que son pocos los minutos de vida que le quedan, se acuerda de Dios, se pone de rodillas y comienza a gritar levantando sus manos estériles: "Dios mío, no me lleves, porque tengo las manos vacías". El grito desesperante se repite una y otra vez: "Dios mío, no me lleves porque tengo las manos vacías". Y se oye una voz misteriosa que le hace eco: "vacías... vacías.... vacías", y era verdad, no había hecho nada en su vida que mereciese la pena. Es tan fuerte el grito de dolor y de súplica, que, al fin, aparece una mano con un crucifijo. Lo pone en esas manos infecundas que se mueven desesperadas, y le dice una voz extraña:
"Agárralo fuertemente; y ya puedes morir, porque tus manos están llenas".
La escena acaba muy bien, pero en película; porque en realidad, ¿qué tal? ¿Qué decir de una vida estéril, sin sentido, egoísta e insensible a los demás?
Una persona decía que había tenido un sueño muy raro. Soñó que había muerto sin hacer nada digno y que fue castigada por Dios a un particularísimo purgatorio: vaciar al suelo un grandísimo costal de nueces que representaban los días de su vida y luego abrirlas una por una, para ver, al final, que todas ellas estaban vacías por dentro. Este sueño es realidad, desgraciadamente, en muchas personas. No hay mayor fracaso para un hombre que pasar sus días inútilmente, llegar al final con las manos vacías y el corazón vacuo, y tener que cantar con el poeta León Felipe: 
Me voy sin haber dado mi cosecha 
sin haber encendido mi lámpara 
sin haber compartido mi pan.
Hay que llenar, hermano y amigo, el cántaro de la vida de sonrisas y cantares. Hay que encender la lámpara de las buenas obras. Vivir a tope las horas de nuestra existencia, dejando a un lado la mediocridad. Hay que ser un árbol fecundo, manantial de aguas, jardín florido.

EL ARTE DE SOÑAR


Los sueños nos ayudan a hacer que cada día sea distinto a los demás; que lo vivido en el ayer, no logre estancarnos; ni los obstáculos del presente nos impidan avanzar; porque estamos seguros que pase lo que pase, tiempos mejores, siempre vendrán.

Soñar no significa huir de la realidad, ni construir un mundo fantástico donde poderse refugiar, los sueños son el testimonio del gran amor que por la vida se ha de profesar; la fe y la esperanza que fortalecen el alma, en los momentos de luz o de oscuridad.

Los sueños nos hacen sentir que no existen los imposibles, que lo que soñamos, si luchamos por ello, se puede lograr; desde bajar la más alta de las estrellas, hasta caminar sobre las olas del mar; solo hay que creer en el amor de Dios y experimentar la fuerza que El nos da. Se pueden alcanzar los más grandes sueños, desde las pequeñas cosas que solemos realizar.

Nos dejes que tus sueños aparezcan o desaparezcan, según tu estado de ánimo y lo que puedan influir en ti las circunstancias o los demás; soñar debe significar para el ser humano, una necesidad vital como lo es respirar.

Soñó Dios con un mundo perfecto, y un paraíso terrenal supo crear; sueño yo con crecer tan alto que pueda tocar el cielo, y descubrí que crezco en la medida que con mi vivir logró hacer que crezcan los demás.

Se puede palpar el amor en los seres que amas, o en la obra que el artista al pensar en el le inspiró; se ve realizado el sueño de ver a Dios, en cada una de sus criaturas y más aún en la paz que experimenta el alma al reír o al llorar.

Si eres un soñador o soñadora y crees que con fe todo es posible de realizar; conviértete en un fabricante de sueños o en Maestro de ilusiones que logren al mundo contagiar de la fuerza que le da al alma, el ser capaz de soñar.

Si eres de aquellos que por lo vivido sientes que los sueños te están prohibidos; intenta descubrir que tu mismo eres un sueño hecho realidad, y si es posible que estés aquí aún sin haberlo pedido, entonces cualquier cosa que desees, si luchas por ella, la puedes construir y disfrutar.
Soñar es un arte que permite al soñador hacer de cada sueño una obra que le inspire vivir y hacer posible aquello que parecía imposible de realizar, y si la vida es un sueño, quiero por siempre dormir y nunca despertar, para que viviendo no deje de soñar y soñando pueda siempre vivir.

TRES CONSEJOS


En un pequeño pueblo del interior vivía una joven pareja de recién casados. Sufriendo de una gran pobreza económica, hasta el punto de tener que vivir de los favores de muchos vecinos del pueblo, el joven marido decidió tomar una decisión y así se lo comunico a su amada esposa: -Querida voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar un empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida mas cómoda y digna. No se cuanto tiempo voy a estar lejos; solo te pido que me esperes y me seas fiel, pues yo te aseguro que también te seré fiel-. La joven esposa acepto la decisión.
Así, a los pocos días, el joven salió de su casa. Camino muchos días, hasta encontrar a un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda.
El joven se ofreció para trabajar y fue aceptado. Inmediatamente le pidió al hacendado hacer un pacto, el cual este aceptó.
El pacto fue presentado por el joven de la siguiente manera: -Patrón, déjeme trabajar por el tiempo que yo pueda, y cuando yo encuentre que debo irme, usted me libera de mis obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario ahora. Le pido que lo deposite en una cuenta de ahorro hasta el día en que yo decida irme. Ese día usted me dará todo el dinero que yo haya ganado-
Así, estando ambos de acuerdo, el joven comenzó a trabajar. Estuvo trabajando durante 20 anos, sin vacaciones y sin descanso. Después de ese tiempo se acerco a su patrón y le dijo: -Patrón, como usted sabe, he trabajado duramente durante veinte anos y ya quiero regresar a mi casa y a mi esposa con todo mi dinero-
El patrón le respondió: -Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una propuesta, ¿Te parece bien? Yo te doy tu dinero y tu te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta-
El joven estuvo pensando en esa propuesta durante dos días, después de los cuales busco al patrón y le dijo: -QUIERO LOS TRES CONSEJOS-
El patrón le recordó: -Si te doy los consejos, no te doy el dinero-
Y el empleado respondió: -Quiero los consejos-
El patrón entonces le aconsejo:
1. NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA, caminos mas cortos y desconocidos te pueden costar la vida.
2. NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL, pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.
3. NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, pues puedes arrepentirte cuando ya sea demasiado tarde.
Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven (que ya no era tan joven) así: -AQUI TIENES TRES PANES, estos dos para comer durante el viaje y este otro para compartirlo con tu esposa cuando llegues a tu casa-
El hombre, entonces, comenzó su camino de vuelta a casa, ilusionado con reunirse con su amada esposa después de veinte anos de estar lejos de ella.
El primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó: -¿Para donde vas?
-El le respondió: -Voy para un lugar muy distante que queda a muchos días de caminata por esta carretera-
La persona le dijo entonces: -Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegaras en pocos días-
El joven, contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando, de repente, recordó el primer consejo, entonces regreso para seguir por el camino normal.
Días después supo que el atajo llevaba a una emboscada.
Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera, donde pudo hospedarse. Pago la tarifa por día y después de tomar un baño se acostó a dormir.
De madrugada se despertó asustado por un grito aterrador. Se levantó de un salto y se dirigió hacia la puerta para ir a donde escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta recordó el segundo consejo y decidió no salir y se acostó de nuevo a dormir.
Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado el grito y el le contestó que si lo había escuchado.
El dueño de la posada le preguntó: -¿Y no sintió curiosidad por saber que ocurría?-
El le contestó que no. A lo que el dueño le respondió: -Usted es el primer huésped que sale vivo de aquí, pues mi único hijo tiene crisis de locura, grita durante la noche y cuando el huésped sale, lo mata y lo entierra en el quintal.
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa.
Después de muchos días y noches de caminata, en un atardecer, vio entre los árboles el humo que salía de la chimenea de su pequeña casa. Apresurando el paso, avanzo hacia su casa y cuando ya estaba próximo vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola. Anduvo un poco mas y vio que ella tenia en sus piernas un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Al ver aquella escena, su corazón se llenó de odio y amargura y sintió el impulso de correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad; pero, de nuevo, le vino a la mente el tercer consejo de su patrón, se detuvo, respiro profundamente, reflexionó y decidió pasar la noche en los contornos de su casa, descansar, y, si fuera posible, dormir un poco antes de tomar una decisión definitiva.
Al amanecer, ya con los pensamientos mas ordenados, sin la influencia de la cólera, midiendo bien las consecuencias de su actos, se dijo a si mismo:
-"NO VOY A MATAR A MI ESPOSA", Voy a volver con mi patrón y pedirle que me acepte de vuelta al trabajo, y rehacer mi vida. Solo que antes, quiero hacerle saber a mi esposa que siempre le fui fiel.
-Se dirigió a la puerta de la casa y toco. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se le cuelga al cuello y lo abraza emocionada. El trata de quitársela de arriba, pero no lo consiguió.
Entonces con lagrimas en los ojos le dijo: -Yo te fui fiel y tu me traicionaste...
Ella espantada le responde: - ¿Por que dices eso? Yo nunca te traicioné, te he esperado durante veinte años.
El, entonces, le preguntó: -¿Y quien era aquel hombre a quien acariciabas ayer por la tarde?-
Respondiendo ella le dijo: -AQUEL HOMBRE ES NUESTRO HIJO. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte anos de edad. Entonces el marido entro, conoció y abrazó a su hijo.
Minutos mas tarde, mientras su esposa preparaba unos alimentos, les contó toda su historia.
Llegado el momento de comer, sentados los tres a la mesa, y DESPUES DE LA ORACION DE AGRADECIMIENTO, CON LAGRIMAS DE EMOCION, el, siguiendo el ultimo consejo de su patrón, tomo el tercer pan para compartirlo con su esposa, y al partirlo, se encontró que todo su dinero, el pago de sus veinte anos de esfuerzo y trabajo, estaba en el interior de ese pan.
Muchas veces creemos que los atajos " quemar etapas " nos ayudan a llegar mas rápido a donde queremos, algo que no siempre es verdad.
Muchas veces somos curiosos, queremos saber de cosas que ni nos dan respeto, ni nos deben interesar y no nos traen nada de bueno.
Otras veces reaccionamos movidos por el impulso, en momentos de rabia, y después tardíamente nos arrepentimos...
Espero que tu, así como yo, no te olvides de estos tres consejos:
Nunca tomes atajos en tu vida.
Nunca seas curioso de aquello que represente el mal.
Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor.

ALUMBRANDO A OTROS


Hace cientos de años, había un hombre en una ciudad de oriente. Un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna, como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta que es Guno, el ciego del pueblo, entonces le dice: ¿Qué haces Guno, tu ciego, con una lámpara en la mano? Si tu no ves...-

Entonces el ciego le responde: -Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí... No solo es importante la luz que uso para mí, sino también la que yo uso para que otros también puedan servirse de ella-

-¿No sabes que alumbrando el camino para otros también me beneficio yo, pues evito que me lastimen otros que no podrían verme en la oscuridad? Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros aunque uno no los necesite aparentemente-

¿Y que me dice esto? Alumbrar el camino para otros no es tarea fácil, muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás.

¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el desamor, el odio y el resentimiento... Que hermoso sería si todos ilumináramos los caminos de los demás, sin fijarnos si lo necesitan o no. Llevar luz y no oscuridad. Si toda la gente encendiera una luz, el mundo estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad.

Todos pasamos por situaciones difíciles a veces, todos sentimos el peso del dolor en determinados momentos, todos sufrimos en algunos ratos y lloramos en otros. Pero no debemos proyectar nuestro dolor, cuando alguien busca desesperado busca ayuda en nosotros. No debemos de exclamar como es costumbre: “La vida es así” llenos de rencor y de odio. No debemos... al contrario, ayudemos a los demás sembrando esperanza en ese corazón herido. Nuestro dolor es, y fue muy importante, pero se minimiza si ayudamos a otros a soportarlo, si ayudamos a otos a sobrellevarlo.

Luz, demos luz. Tenemos en el alma el motor que enciende cualquier lámpara, la energía que permite iluminar en vez de oscurecer. Está en nosotros saber como usarla. Está en nosotros ser luz y no permitir que los demás vivan en las tinieblas.

SI HOY ESTAMOS VIVOS


En estos días he reflexionado mucho en lo que significa estar vivos y seguir adelante a pesar de tantas cosas que nos toca vivir; soy testigo de enfermedades, luchas, dificultades, depresiones, problemas que nos toca enfrentar, y sin embargo seguimos vivos... eso nos hace vencedores; cada nuevo día nos hace luchadores, aunque pensemos que las cosas no han cambiado, que quizás están peor que ayer; pero es mejor sentir, que nos han derrotado, seguimos ahí luchando, enfrentándolas, queriendo ganarle la batalla, y estoy seguro que con fe, constancia y fortaleza lo lograremos, porque nada en esta vida es eterno, todo pasa... lo importante es aprender de todo ello, crecer y seguir fortaleciéndonos...

Este mensaje va dedicado a todos aquellos vencedores que aunque a veces se sienten agotados, siguen luchando, no se han rendido... echémosle todas las ganas, si Dios está con nosotros, nunca seremos derrotados ni vencidos...

  SI HOY ESTAMOS VIVOS, ES PORQUE HEMOS VENCIDO

Ante todo lo que nos toca enfrentar en el camino de la vida; cada nuevo día que se nos regala nos hace sentir que hemos vencido al ayer. El abrir los ojos cada mañana, da testimonio que le hemos ganado la batalla un día más al problema que nos atormentaba, al dolor que se siente por las heridas causadas, al vacío y a la soledad que nos invadían y torturaban; a la enfermedad que se convierte en compañera de camino y nos hace ver a veces incierto nuestro destino.

Tal vez hay quienes piensen que hoy no cambia nada lo de ayer; que el problema, la herida, la soledad y la enfermedad permanecen igual, y quizás cada día hasta duelen o se acrecienten más; pero es mejor ver que somos tan fuertes que no nos ha vencido, que ahí seguimos, luchando, sin estancarnos ni renunciar al camino.

Hay que luchar por despertar cada día, sintiendo que se nos da la oportunidad de ganarle la batalla a todo aquello que nos mueve el piso, nos hace tambalear y muchas veces hasta dudar. Quitemos el paradigma que nos arrastra más que a vivir, a sobrevivir, no hemos sido creados para ello, sino para aprender a ser feliz; aunque nos toca llorar, enojarnos, sentir miedo, sonreír, caer o avanzar.

El hoy que tenemos en nuestras manos, es un voto de confianza que nos regala nuestro gran Amigo, es prueba de nuestra fortaleza, porque seguimos en pie, no hemos sido vencidos ni derrotados, al contrario, es otra oportunidad que tenemos de superarnos, ganarle la batalla a todo aquello que quiera derrumbarnos.

Y si el ayer fue productivo, repleto de momentos de gozo y alegría que quizás hubiéramos querido inmortalizar; el hoy nos invita a estar alertas, dar gracias por lo recibido, sin acomodarnos en ello; seguir adelante, continuar, renovar nuestras energías, fortalecer nuestra fe y estar abiertos a recibir y enfrentar lo que la vida nos quiera deparar.

Hoy estamos vivos, las dificultades, la depresión, la enfermedad, los miedos, los problemas no nos han derrotado; Dios nos da la fuerza para seguir, y nos ofrece este nuevo día para transformar, renovar, luchar, ganar, y ser feliz. No nos cansemos, sigamos adelante, El confía en nosotros, no perdamos nunca la fe, y tengamos la certeza que con su Amor, nada ni nadie nos podrá vencer.

jueves, 26 de junio de 2008

DE DENTRO HACIA AFUERA


Si queremos cambiar la situación, debemos cambiar nosotros mismos, y para poder cambiar efectivamente, debemos primero cambiar nuestras percepciones. Todos tenemos muchos mapas en la cabeza, que pueden clasificarse en dos categorías principales: mapas del modo en que son las cosas, o realidades, y mapas del modo en que deberían ser, o valores. Con esos mapas mentales interpretamos todo lo que experimentamos. Pocas veces cuestionamos su exactitud; por lo general ni siquiera tenemos conciencia de que existen. 
Para relacionarnos efectivamente con otras personas, debemos aprender a escuchar. Y esto requiere fuerza emocional. El escuchar requiere tener cualidades del carácter altamente desarrolladas tales como paciencia, estar abiertos y desear comprender. Es mucho más fácil actuar desde un nivel emocional bajo y dar consejos de alto nivel. 
De adentro hacia afuera significa empezar por la persona; más fundamentalmente, empezar por la parte más interior de la persona, los paradigmas, el carácter y los motivos. El enfoque de adentro hacia afuera dice que las victorias privadas preceden a las victorias públicas, que debemos hacernos promesas a nosotros mismos, y mantenerlas ante nosotros, y sólo después hacer y mantener promesas ante los otros. Dice también que es fútil poner la personalidad por delante del carácter, tratar de mejorar las relaciones con los otros ante de mejorarnos a nosotros mismos. 
De adentro hacia afuera es un proceso, un continuo proceso de renovación basado en las leyes naturales que gobiernan el crecimiento y el progreso humanos. Es una espiral ascendente de crecimiento que conduce a formas progresivamente superiores de independencia responsable e interdependencia efectiva. 

La dependencia es el paradigma del tú: tú cuidas de mí, tú haces o no haces lo que debes hacer por mí; yo te culpo a ti por los resultados. La independencia es el paradigma del yo: yo puedo hacerlo, yo soy responsable, yo me basto a mí mismo, yo puedo elegir. La interdependencia es el paradigma de nosotros: nosotros podemos hacerlo, nosotros podemos cooperar, nosotros podemos combinar nuestros talentos y aptitudes para crear juntos algo más importante. 

Las victorias privadas preceden a las públicas. No se puede invertir ese proceso, así como no se puede recoger una cosecha antes de la siembra. Resulta increíblemente fácil caer en la trampa de la actividad, en el ajetreo de la vida, trabajar cada vez más para trepar por la escalera del éxito, y descubrir finalmente que está apoyada en la pared equivocada. 
Las personas no pueden vivir en el cambio si en su interior no persiste un núcleo invariable. La clave de la capacidad para cambiar es una idea constante de lo que uno es, de lo que persigue y de lo que valora. Las personas efectivas no se orientan hacia los problemas, sino hacia las oportunidades. Alimentan las oportunidades y dejan de morir de inanición a los problemas. 
No se puede tener éxito con otras personas si no se ha pagado el precio del éxito con uno mismo. Se necesita mucha fuerza de carácter para disculparse con rapidez, de todo corazón y no de mala gana. Para disculparse auténticamente es necesario ser dueño de uno mismo y tener una seguridad profunda respecto de los principios y valores fundamentales. 
El problema está en el modo en que vemos el problema. La ética del carácter se basa en la idea fundamental de que hay principios que gobiernan la efectividad humana, leyes naturales de la dimensión humana que son tan reales, tan constantes y que indiscutiblemente están, tan allí, como las leyes de gravitación universal en la dimensión física. 

NADA ES IGUAL


Hoy nada es igual que ayer, aunque estemos en el mismo lugar; así pareciera que cada día fuera repetido a tal punto que muchas veces no sabemos que decir ni que contar; las mismas personas, el mismo camino, las mismas cosas, la misma rutina que nos va envolviendo y arrastrando, haciéndonos caer en la monotonía, y el tiempo se nos hace algunas veces eterno, otros quizás ni nos alcanzó, apostamos carreras con el reloj, sintiendo como se nos escapa de las manos los pocos instantes en que nos sentimos relajados y acomodados… y le damos prioridad a lo urgente, dejando de lado lo que es realmente esencial; hasta creamos necesidades que nos hacen depender y aferrarnos a lo superficial.

Se dejan de lado los detalles, la sonrisa, el saludo, el recordarle al otro que estamos vivos y que su existir le da a nuestro ser un toque especial; nos pasa desapercibido cada día que se nos regala y el hecho de que somos realmente bendecidos; se pierde la capacidad de asombro, nos cuesta disfrutar, de la luz del sol, el brillo de las estrellas, la hermosura de la luna, el roce de la brisa, el
rugir de las hojas, las palabras delicadas, la grandeza del mar; creemos que todo ello hace parte de la cursilería de los artistas, poetas y locos, del cual a veces dicen que todos tenemos un poco.

Perdemos noción del tiempo, no escuchamos ni los latidos del corazón; pasamos de largo sin contemplar el vestido de gala de las flores y los árboles, hasta renegamos si el sol alumbra mucho o si se escondió. Preferimos otras cosas en vez de aprovechar cada instante que podemos compartir con los que amamos, expresando lo que sentimos, disfrutando el estar vivos, siendo agradecidos con todas las bendiciones que a diario y gratuitamente recibimos.

Y en el libro de la vida, parece que cada día que vamos escribiendo lo fotocopiamos, no tenemos nada nuevo que contar; y si revisamos más atrás, encontraremos quizás historias inconclusas, círculos que no pudimos cerrar, hojas arrancadas, de momentos que intentamos olvidar… amores no correspondidos, relaciones truncadas, sentimientos vencidos, sueños dormidos, que nos hacen perder la ilusión, la fe y hasta la paz.

Sólo se nos ha dado un cuaderno para ser escrito, del cual no sabemos cuántas páginas tiene, no las desperdiciemos, ni escribamos en él quejas, lamentos o siempre lo mismo, hagamos derroche de creatividad; no podemos culpar a otros de nada, porque somos los autores de la historia que queremos contar, hagamos que valga la pena de ser leída por aquello que quieren aprender a vivir y vienen caminando detrás; tengamos muy presente que aunque toda historia tiene su final, en la vida, cada final es una nueva oportunidad de comenzar; porque nada es igual.

CADA DIA ES UNA CARICIA


Dios, hasta hoy nos ha permitido despertar cada día, es decir, abrimos los ojos, volvemos a la conciencia de estar en este mundo, al despertar se nos abren nuevamente los sentidos y podemos contemplar todas las maravillas que Dios nos da para que podamos ser felices.
Pero quizá no siempre ni todos los días despertamos al amor de Dios, porque nos quedamos enfrascados en los remordimientos, en los sufrimientos tanto del pasado como del futuro, o el miedo a lo que vendrá, pero la vida se nos da como el maná, solo para cada día.
Despertar cada día es tomar conciencia de ese presente, de ese instante en que somos amados por Dios, que nos ama con amor eterno, y descubrimos que todo es don de Dios, que todo es una caricia de su amor.
Despertar cada día es conectar nuestra alma a lo trascendente, conectarse con Dios, y percibir lo relativo de la criatura, lo pasajero que es este mundo.
Despertar cada día es saber que estamos en el mundo pero que no somos de este mundo, que estamos de viaje, que somos peregrinos, que somos forasteros en patria extraña. Despertar cada día es conocer desde la fe mi pequeñez y la grandeza del amor de Dios.
Despierta a éste nuevo día y estrénalo, porque realmente es un nuevo día con toda su grandeza, con todo su esplendor, descubriendo en las próximas horas la caricia de Dios y el milagro que es estar vivo.

¿QUE ES LA LIBERTAD?


Parece ser que la libertad es la capacidad de decidir lo que se desea hacer.  
Por lo tanto, todo aquello que intente evitar que hagamos lo que deseamos hacer es "falta de libertad". Pero, ¿y si la libertad que yo deseo tener, atenta contra la libertad de otras personas?  
¿Debo seguir libremente adelante o debo reflexionar en cómo evitar atentar contra la libertad ajena?
La libertad es un bien, mas que una posesión personal, es un bien para todos por igual.  
De modo que no se atenta contra la "propia libertad" al actuar en bien de los demás sino que, por el contrario, se ejerce en plenitud la esencia de la libertad.
Ser tolerante, respetuoso, interesado y amoroso, es el mejor ejercicio de la libertad, en tanto que pasar por sobre los demás, escudándonos en "nuestros derechos", pareciera ser la forma más clara de el exceso en la aplicación de nuestros derechos, y para nada se puede parecer a la esencia de la libertad.
CAMINO A LA LIBERTAD
Libertad es la capacidad de visualizar un futuro mejor y concentrar nuestra atención, nuestra pasión y nuestras decisiones en ese futuro. Es dominar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones y dirigirlos correctamente. Es poder sacrificar lo inmediato y lo cómodo por algo mayor y mejor. Es decidir hacer lo necesario para que el futuro exista.
Libertad es crecer pero no a expensas de otro. Es crecer en paciencia, en perseverancia, en amor, en fe, en confianza, en seguridad, y en la capacidad de producir resultados a través de una vida dirigida, por uno mismo, hacia objetivos dignos.  
Si la libertad de uno o de unos, produce opresión en otros, entonces no es libertad, sino un capricho egocentrista. Este capricho lleva a irrespetar, dominar y controlar la vida de otros trayendo destrucción y violando los principios de la vida. La libertad real produce respeto a la vida, y es regida y gobernada por principios y leyes.  
Es por esto, que las personas más libres son las que más se conocen y más se sujetan a producir resultados en sus vidas conforme a sus propósitos y sus razones de ser.  
Entendemos hoy a los héroes, que se levantan cada día cumpliendo con sus metas, negándose a sí mismos en pro de sus propósitos, sabiendo que Dios es el protector y determinante del futuro de los que deciden vivir la libertad de ser lo que nacieron para ser.
Decisiones contundentes se están tomando en los corazones; decisiones que determinan el futuro.  
Es tiempo de crear un camino nuevo hacia un futuro posible, es tiempo de saber que cada uno de nosotros puede hacer la diferencia.  
La libertad sin sacrificio y esfuerzo no existe. Los errores del pasado crean el temple y el carácter necesarios para construir algo mejor. Nuestras decisiones diarias determinan ese futuro. Si hoy decidimos respetar, amar, dar gracias y luchar por lo que creemos, mañana será diferente.
Haremos tangible la verdad, la justicia y la libertad para nosotros y para una nueva generación.
Tu vida cambia en el momento que tomas una decisión integra, acorde y comprometida. La fuerza y el poder de una decisión y de sus consecuencias residen dentro de ti.  
En otras palabras, ya la posees. Cuando decides lo que quieres encontrarás un camino, estarás determinando el éxito de tu decisión. Tomar una decisión es comprometerte con el resultado, sin vacilación, sin pensar en otra posibilidad.  
Mientras más tomas decisiones, más habilidad tendrás en tomar decisiones acertadas.  
La repetición conduce a la habilidad: sé consistente y perseverante con tu decisión.

domingo, 22 de junio de 2008

LOS GIRASOLES


¿Has visto los girasoles?
Se trata de una flor, que gira siempre en busca del sol. Y es por esa razón que es popularmente llamada girasol.
Cuando una pequeña y frágil semilla de dicha flor brota en medio de otras plantas, busca inmediatamente la luz solar.  
Es como si supiera, instintivamente, que la claridad y el calor del sol le harán posible la vida. 
¿Y qué le sucedería a la flor si la colocáramos en un lugar bien cerrado y oscuro? 
Seguramente, en poco tiempo, se moriría. Tal cual los girasoles, nuestro cuerpo físico también necesita de la luz y del calor solar, de la lluvia y de la brisa, para mantenernos vivos. 
Pero, no es sólo es el cuerpo el que necesita de cuidados para proseguir firme. 
El espíritu, igualmente necesita de la luz divina para mantener encendida la llama de la esperanza. Precisa del calor del afecto, de la brisa de la amistad, de la lluvia de bendiciones que viene desde lo alto. 
Sin embargo, es necesario que hagamos esfuerzos para respirar el aire puro, por encima de las circunstancias desagradables que nos rodean. 
Muchos de nosotros permitimos que los vicios ahoguen nuestras ganas de buscar la luz y nos debilitamos día tras día como una planta mustia y sin vida y es entonces cuando nos dejamos enredar en el zarzal de la haraganería, de la desidia y reclamamos de la suerte sin hacer esfuerzos para salir de la situación que nos desagrada. 
Y es allí, donde debemos recordar que para poder crecer de acuerdo con los planes divinos, el Creador coloca a nuestra disposición todo lo que necesitamos. 
Es en el amparo de la familia, donde recibimos, sustentación y seguridad en todos los momentos... La presencia de los amigos en las horas de alegría o de tristeza, impulsándonos hacia adelante. 
Son las posibilidades de aprendizaje que surgen a cada instante en el recorrido, haciéndonos más claros y preparados para decidir cuál es el mejor camino a tomar. 
Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando nos encerramos en la oscuridad de la depresión o de la melancolía y así permanecemos por voluntad propia?. 
Debemos entender que Dios tiene un plan de felicidad para cada uno de nosotros y que para alcanzarlo, es preciso que busquemos los recursos disponibles. 
Es preciso que imitemos al girasol. Que busquemos siempre la luz, incluso cuando las tinieblas insistan en rodearnos. 
Es necesario buscar el apoyo de la familia en los momentos en que nos sentimos desanimar. 
Es necesario buscar la ayuda de los verdaderos amigos cuando sentimos nuestras fuerzas debilitándose. 
Es necesario, antes que nada, buscar la luz divina que consuela y aclara, ampara y anima en todas las situaciones.
* * *
Cuando las nubes negras de los pensamientos tormentosos cubran con oscuro manto el horizonte de tus esperanzas, y la depresión te asedie el alma, imita a los girasoles y trata de respirar el aire puro, más allá de las circunstancias desagradables. 
Cuando las dificultades y los problemas se hagan insoportables, intentando sofocar la disposición para la lucha, recuerda a los girasoles y busca la luz divina a través de la oración sincera.