lunes, 25 de agosto de 2008

DESPERTEMOS


Hoy choque con un extraño cuando caminaba. 

-Disculpe Usted le dije y él me dijo; -No, disculpe Usted, no lo mire cuando venía.

Ambos fuimos muy amables. Continuamos nuestro camino y nos dijimos adiós. Pero al llegar a casa otra historia se desarrollo.

Esa misma tarde mientras yo arreglaba mis libros, mi hija se paro muy firme por un lado sin que yo me diera cuenta. Cuando me di la vuelta casi la tumbo. -¡Quítate de aquí por que me estorbas!! le grité.

Ella se fue con su corazoncito destrozado. No me di cuenta de lo fuerte que le grite, 

Por la noche, cuando me acosté, una voz muy baja escuché, que me decía: “Cuando hablaste con un extraño cortes fuiste, pero con la criatura que amas, grosera te portaste”. 

Inquieto me levante por un vaso de agua Con sorpresa encontré en el piso de la cocina y unas flores cerca de la puerta, esas flores, mi hija las había escogido especialmente para mí, y se acercó silenciosamente para no arruinar la sorpresa. Por eso mi reacción le dejó lagrimas en sus ojos.

En este momento me sentí el ser más insignificante Y las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, lentamente fui al cuarto de mi hija y me arrodille al borde de su cama, despierta cariño, despierta chiquita le dije. “Estas flores ¿las escogiste para mí, mi amor?”

Ella se sonrió y dijo: Las encontré cerca de un árbol y las recogí por que sabía que te gustarían, especialmente la azul.

Le contesté: “Hija discúlpame por la forma en que te trate en la tarde no debí gritarte de esa forma”.

Ella me contestó: Papá no te preocupes te quiero de cualquier manera. Y yo a ti corazón y me encantaron tus flores especialmente la azul. Le conteste.

Tengamos en cuenta, como tratamos a nuestros seres queridos sin importar sus edades.

Te diste cuenta que: Si nos morimos el día de mañana, en la empresa donde trabajamos nos pueden remplazar fácilmente en un par de días.

Pero la Familia que dejemos siempre sentirán la perdida de ese ser querido por el resto de sus vidas, y jamás podrán remplazarlo, y si lo pensamos un poco, invertimos mas tiempo a nuestro trabajo que en nuestras familias. Una inversión no muy atinada, por cierto.

También recordemos que nuestros hijos, a pesar de ser niños o jóvenes merecen respeto y lo menos que pueden esperar de sus padres. 

Es AMOR y protección.

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