viernes, 27 de marzo de 2015

¿CUÁL ES?



¿Cuál es el día más bello?... HOY…

¿La cosa más fácil?... EQUIVOCARSE…

¿El obstáculo más grande?... EL MIEDO…

¿El mayor error?... ABANDONARSE…

¿La raíz de todos los males?… EL EGOISMO…

¿La distracción más bella?... EL TRABAJO…

¿La peor derrota?... EL DESALIENTO…

¿Los mejore profesores?... LOS NIÑOS…

¿La primer necesidad?... COMUNICARSE…

¿Lo que te hace más feliz?... SER ÚTIL A LOS DEMÁS…

¿El misterio más grande?... LA MUERTE…

¿El peor defecto?... EL MAL HUMOR…

¿La persona más peligrosa?... LA MENTIROS…

¿El sentimiento más ruin?... LA ENVIDIA…

¿El regalo más bello?... EL PERDÓN…

¿Lo más imprescindible?... EL HOGAR…

¿La ruta más rápida?... EL CAMINO RECTO…

¿La sensación más grande?... LA PAZ INTERIOR…

¿El resguardo más eficaz?... EL OPTIMISMO…

¿La mayor satisfacción?... EL DEBER CUMPLIDO…

¿La fuerza más potente?... LA FE…

¿Las personas más necesarias?... LOS PADRES…

¿La cosa más bella de la vida?... EL AMOR…

¿El mejor refugio?... DIOS…

¿Cuál es el día más bello?... HOY…


miércoles, 25 de marzo de 2015

¿SERÁN ESTOS LOS PRINCIPIOS DE LA VIDA?



Si todavía no has encontrado a la persona ideal… Sigue buscando como Diógenes…

Si un día la vida te da la espalda… Voltéate y dásela tú también…

Los psiquiatras dicen que una de cada cuatro personas, padece alguna deficiencia mental. Si estás con tres amigos y no notas nada raro en ellos… Entonces el retrasado eres tú…

Lo duro no es aguantar el peso de los cuernos… Es alimentar a la vaca…

Para lograr un objetivo es necesario soñar No pierdas el tiempo, mándalo todo al diablo… y vete a dormir…

Si un día la mujer o el hombre te es infiel, y estás pensando tirarte por la ventana, recuerda… Tú tienes cuernos, no alas…

La vida es como el dominó, si no tienes buen compañero… Es mejor tener una buena mano…

Las mujeres perdidas… Son las más buscadas…

Si sientes un gran vacío, come… Tienes hambre…

¿Qué semejanza hay entre un pastel quemada, una cerveza congelada y una mujer embarazada? Que si lo hubieras sacado antes… Nada habría ocurrido…



lunes, 23 de marzo de 2015

Y AHORA ¿QUÉ QUIERO SER?



Cuando era pequeño, siempre me preguntaban: -“¿Qué vas a ser cuando seas grande?”-…

Y yo siempre respondía con una pregunta: -“¿Oficio o profesión?”-…

Hoy ya adulto he sido lo que la vida y las oportunidades me han permitido ser…

Y en estos días me pregunto: -“¿Y ahora que quiero ser?”-…

Puedo ser un VOZ serena entre el fragor de los apasionamientos…

Puedo ser una LUZ, para quienes andan en las sombras de la ignorancia…

Puedo ser una SONRISA para los que están tristes…

Puedo ser una PALABRA de aliento para quienes quieren darse por vencidos…

Puedo ser más HUMANO siendo agradecido con la vida…

Puedo ser la MANO AMIGA que levanta a alguien caído…

Puedo ser el AMOR desinteresado para quien ha sido engañado…

Como oficio o profesión fui PILOTO AVIADOR

Hoy que ya soy viejo y minusválido quiero ser ESCRITOR para darle a todos, lo que necesitan.

martes, 17 de marzo de 2015

LA CONTEMPLACIÓN ES SILENCIO



Todos sabemos que para rezar bien necesitamos silencio. Siempre se habla de eso en las predicaciones y en los libros que tratan de la vida de oración. Algunos de nosotros podemos haber crecido bastante en el silencio a través de los años. Otros pueden no haber conseguido nada o casi nada. Antes de insistir en la necesidad del silencio, quiero intentar esclarecer algunos puntos. 

1. DIVERSAS PERSONAS DIVERSOS SILENCIOS 

En primer lugar, hay muchas maneras de entender el silencio. Hay un tipo de personas para quienes el silencio es un desafío. Vislumbraron su valor, y quieren dominar la propia naturaleza. Enfrentan el silencio en tareas o embestidas sucesivas, queriendo mejorar cada vez más su capacidad de silencio. Ven el silencio como una preparación, como un medio para con seguir otros progresos en el mundo de la interioridad. 

Existe otro tipo de personas, tan buenas como las primeras, que nunca van a buscar el silencio para prepararse para nada, y ni siquiera van a entender que pueda haber un arte del dominio del silencio. Cuando penetran en el silencio, es por impulsó, y pueden estar largo tiempo silenciosas, si acontece que se enfrentan a un silencio activo rico, en el que se sientan arrastradas. 

Para otros el silencio será visto como un deber. Para respetar y para servir al prójimo. O como una ley, necesaria para la vida. Esas personas lucharán con toda responsabilidad para mantener el silencio, aún no encontrando nada de especial para su beneficio personal, a no ser la sensación de estar cumpliendo un deber. Y hay otras personas para quienes el silencio tiene un sentido muy diferente. Lo toman como un medio más para descubrir el sentido de la vida, para continuar en la búsqueda de sí mismos que les insume todo su tiempo. 

2. SITUACIONES DIVERSAS SILENCIOS DIVERSOS 

Además de lo dicho acerca de los cuatro diferentes tipos de personas, cada individuo puede a su vez estar pasando por situaciones diversas que modifican o condicionan su propio estilo de vida. Hay momentos en los que casi todos deseamos ardientemente un poco de silencio, como en otras ocasiones queremos huir de él cuanto antes. En la vida cotidiana puede haber ocasiones en las que tengamos que buscar el silencio y momentos en los que refugiarse en el silencio sería una fuga. Es este un punto muy importan te en el cual tenemos que saber discernir el espíritu que está› soplando dentro de nosotros. En ocasiones callar es ser omiso, es estar en connivencia con el error. El “silencio es oro”, es cierto, pero siempre y cuando sepamos cuando debe ser buscado y cuando debe ser evitado. No es un valor absoluto. 

3. SILENCIO CREATIVO NO NEGATIVO 

Puede resultarnos muy fácil definir el silencio como ausencia de ruido, como ausencia de voces, como sinónimo de estar callado. Pero es claro que el silencio es mucho más que eso. Puede ser que inicie cuando desconectamos ruidos y voces, pero el verdadero silencio no viene de fuera sino desde dentro. No consiste en negar cosa alguna, sino en ser altamente creativo. Porque sé bien el silencio puede parecerse a un vacío oscuro, esta experiencia es propia de quien aún no se acostumbró a la luminosidad de la penumbra. Poco a poco se va comprobando que tal es la condición para que podamos descubrir con nitidez creciente toda la inmensa riqueza que habita en nuestro interior, y que nos llega de algún lugar allá en el fondo con el cual un no nos familiarizamos. 

4. SILENCIO LIBRE 

Algunas personas parecen pensar que, para hacer silencio es preciso renunciar a alguna parcela de libertad. Por el contrario, solamente llegan al silencio los verdaderamente libres. Porque no vamos creando el silencio en la medida en que conseguimos amarrar los brazos de la vida, sino en la medida en que logramos soltar amarras. No cortando sin más todo lo que parezca un lazo. Sino concentrando la atención en aquello que nos interesa y desatando todo lo que no concurre para llegar a nuestra meta. Como en la historia del campanero, contada por Chuang-Tzu. Había en la Antigua China una campana de madera que llamaba la atención de todo el mundo. Muchedumbres venían de muy lejos para contemplar la campana y su construcción, obra de un maestro. ¿Cuál era el secreto? El ayuno -el silencio vivido por el hombre que la hizo. Cuando le encargaron la obra comenzó a concentrar su pensamiento solamente en la campana que debía hacer. Fue cortando paulatinamente con todo lo que no era la campana. Cuando llegó a la concentración perfecta, apenas salió al bosque descubrió el árbol en el cual la campana estaba contenida. Toda su arte consistió en liberarla de la madera. Pero la obra maestra había nacido cuando él consiguió liberar la campana dentro de s›í mismo. 

5. SECTORES DE SILENCIO 

Es claro que hay un silencio de los oídos, un silencio de los ojos, un silencio de la cabeza, un silencio del corazón. Pueden aparecer como negativos, porque vamos, poco a poco, como cortando la corriente. Pero son positivos, altamente positivos, cuando vamos encendiendo cada vez más la luz de la acogida para aquella realidad que parecía impalpable y que estaba allí, a la mano, pero más real que nosotros mismos. Es lo que estaba allí, a mano, dentro de nosotros. No importa que se trate de una realidad exterior. Nos encontramos con ella sé la descubrimos en nuestro interior. 

6. SILENCIO PARA DIOS 

En todo caso estamos intentando hablar del silencio necesario para encontrar a Dios. No se trata de un Dios lejano, sino del Dios que está› dentro de nosotros, porque allí tiene su templo. No se trata de un Dios abstracto, sino de Jesucristo, Palabra eterna hecha carne, medida del hombre perfecto, sin el cual no existimos. No está en nuestro interior. El es nuestro interior. En el estilo de vida que estamos llevando, los diferentes tipos de personas están profundamente necesitadas de silencio. Silencio, en primer lugar, para ser humanos, para reencontrarnos, para tener conciencia de nosotros mismos. 

7. SILENCIO DE DIOS 

El silencio nos resulta fundamental, necesario, para encontrar a Dios. “Dios no está en el ruido”, dice la Biblia (“Non in commotione Dominus”). Y cuando estuvo en medio nuestro, cuando asumió nuestra naturaleza y nuestras circunstancias, Dios que se reveló en Jesucristo, fue un hombre de silencio... que se retiraba para orar durante la noche en las montañas, que pasaba tiempos de desierto... que, a al oír las acusaciones ante sus jueces...”se quedó callado”. (Jesus autem tacebat”) . Ese mismo Dios, es aquel que tiene una voz potente, más fuerte que todo el estruendo de las aguas (“voz Dominé super aquas multas”). Sé no oímos es porque nuestra interioridad está› escondida detrás de una barrera más poderosa que la de las aguas más violentas. 

8. SILENCIO POBREZA 

El silencio es pobreza. Aquella pobreza evangélica que hace feliz a que la posee. La pobreza de Jesús y de María, una pobreza optada, asumida, buscada bajo la inspiración del Espíritu Santo. Una pobreza que no acumula cosas, que no carga el mundo consigo porque aprendió a dar valor al “único necesario”, escogió la “mejor parte, que lo será quitada”. 

9. SILENCIO CONTEMPLACIÓN 

Nuestra invitación a la contemplación comienza con una insistente llamada al silencio. Siempre que fuera posible y -principalmente durante el tiempo de la oración. La oración es un don. Estamos convencidos que Jesús nos quería hacer ese regalo haya ya mucho tiempo... pero no ha tenido oportunidad de hacerlo, ­por que estábamos siempre ocupados- Hay sabios del Oriente que aprenden a escuchar el viento, a sentir el crecer de las plantas, el florecer de las flores. Una de las lecciones importantes es escuchar sin tiempo, liberados del reloj. No estamos hablando de poesía o de cómo llenar los tiempos de ocio, porque en realidad aquellos que están más empeñados en el compromiso con los hombres, en las luchas sociales y apostólicas, son los que más necesitan de tal silencio... para ser capaces de oír a las personas. De lo contrario, corren el riesgo de pretender anunciar la Palabra de Cristo a un hermano o a una hermana que podrán ser pobres de otras cosas pero que poseen la riqueza de comunicarnos una palabra de amor de parte de aquel que nos amó primero, de aquel para quien somos únicos y bien amados. ¿Quién fue el que afirmó que solamente nosotros podemos ser los sujetos y agentes de la misión apostólica y salvadora? Cuando amamos la Palabra , todas las cosas y todos los hombres nos anuncian la Palabra. 

10. SILENCIO APOSTÓLICO 

Una de las cosas que nos preocupa al reflexionar sobre nuestro apostolado, nuestra actividad entre las personas, es justamente esta: podemos estar empaquetando la palabra de salvación de Jesús en tal cantidad de mensajes y de acciones, ni nuestros hermanos ni nosotros mismos conseguimos distinguir y aprovechar aquello que nos puede salvar. Podemos estar ofreciendo la Palabra de Dios sin caer en la cuenta de que ella es mayor que nuestra boca, mayor que nuestras manos. 

11. ORIENTACIONES 

Cada uno de nosotros tiene que considerar con la mayor sinceridad para consigo mismo sé no tiene miedo del silencio por suponer que del lado oscuro de nuestro interior puedan salir cosas que asusten, voces que nos recriminen, situaciones pidiendo ser arregladas. No tenemos que tener miedo de escuchar nuestra interioridad. Por más que al parecer pueda asustarnos, allá en el centro está Dios, el amor infinito, que nos quiere bien, que llama la puerta interior y espera. 

Una advertencia muy fuerte tiene que ser hecha hacia el uso exagerado de lecturas. Exhortaciones, palabras, reflexiones, cánticos y músicas durante la oración. Todo eso es importante, pero la oración comunicativa necesita de oración silenciosa como de una base, de un punto de partida. De lo contrario, ¿qué, estamos comunicando? ¿a quién estamos comunicando? 

Necesitamos vivir el silencio -tal vez tengamos que introducirlo en nuestras liturgias, que a veces están sobrecargadas de palabras, de cánticos, de movimientos. Sin duda que la liturgia es alabanza exteriorizada y es movimiento: acción representada, ejecutada. Pero las palabras y los gestos precisan estar cargados de contenido para ser de verdad un servicio público que ofrecemos al Padre, reunidos en el Espíritu, por intermedio de Jesús. Entre otras alabanzas, están también la alabanza del silencio. Es lo que clama con una frecuencia tan alta que exige toda nuestra capacidad auditiva. 

Entre las demás acciones litúrgicas públicas, están también la comunicación fraterna del silencio, que es tan expresiva que las palabras y los oídos no son suficientes para dar y recibir. 

Tenemos que aprender el silencio admirativo de María: de adoración, de asombro ante todo lo que Dios está realizando. Tal vez nos hayamos acostumbrado a considerar con demasiada frivolidad los milagros continuos que Dios vive obrando ante nuestros ojos. Puede ser que creamos que Dios está haciendo siempre cosas, porque no sabe quedarse quieto. Tenemos que percibir el amor infinito que pone en cada cosa que hace, porque realiza y recrea todo para cada uno de nosotros en cada nueva circunstancia. 

Es necesario aprender el silencio de los impronunciable. Cuando nos damos cuenta de que las cosas que suceden no son tan pequeñas cuanto parecen -por que no son abarcables con nuestros ojos y nuestros oídos, sino con el Infinito de Dios dejan de existir palabras hasta para admirar. En ese caso callar y alabar. 

Es también con Nuestra Señora que aprendemos el silencio del Sí. El silencio de quien va asintiendo, va entendiendo y va aceptando, va escuchando y va afinándose con el sonido que da sentido a todas las cosas. 

Es probable que el silencio llegue a su punto más alto cuando, finalmente, rompemos todas las barreras y abrimos todas las puertas: dejamos que Dios nos asimile. El nos ama y no destruirá nuestra personalidad. Solo ha de hacernos uno- con-El. 

Es fundamental el silencio de la oración, de los momentos más altos del encuentro entre el yo y Dios. Pero ese encuentro de soledad, de tu-a-tu, es imposible mientras no aprendamos el silencio que escucha con calma, admiración, bondad y gentileza al más pequeñito de los hermanos de Jesús. Principalmente a aquellos que parecen no tener voz ni cosa alguna para comunicar, simplemente porque nunca nos detuvimos a escucharlos. 

CONTEMPLATIVO 

Es aquel que, en silencio, mira con amor a Dios, se dispone a escuchar a Dios con amor. Para esto es necesario estar convencido de que Dios tiene algo para ofrecer, tiene algo que decirnos. Y que nos conoce por el nombre y nos ama. 

CARTA A UNA MUJER PERFUMADA



Para escribir cartas de amor no es necesaria la cautela, ni el orden ni encontrar la perfecta esquela tan sólo encender la lámpara como se enciende el cuerpo del amor.

Untarse toda, perfumarse toda de mieles y sortilegios elegir la caligrafía más desvelada, la más humilde.

Entonces, se extiende se acaricia el empeine de sus plumajes y comienzan a recogerse las palabras como el deseo del amor.

Para escribir cartas de amor es necesario estar reposada elegir las palabras como si fueran banquetes clandestinos vestirse toda de rojo, color deseo, color relámpago y decir: en esta tarde arrodillada de luz yo te amo, te entrego un manojo de suaves palabras como la llave de mi alma.

Me ilumino toda al nombrarte nada se pierde con llamarte en el bosque fallido con escribirte como sonámbula como maga toda vestida de verde escribir más que una carta de amor basta con extender mi mano hacia la tuya, es esa la vigencia del perfume.

EL BOSQUE MÁGICO DE LA MENTE



El concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras y aunque hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, los gozos de unos pueden ser la pesadilla de otros; así, el escalador es feliz arriesgando su vida para vencer a la montaña mientras que una persona normal sentiría pánico por verse expuesta a esos riesgos.

Algunas personas son felices llevando una vida tranquila y segura mientras otras se mueren de aburrimiento si no hay en su vida cambios, novedades y fuertes excitaciones.

La felicidad depende más de lo que ocurre dentro que de lo que nos sucede fuera; de las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la vida.

Depende de todos los misterios que viven en el Bosque Mágico de tu Mente.

Dentro de tu mente lo tienes todo. El sol y la luna, las montañas y los valles. Los colores del amanecer y las sombras de la noche. La alegría de las cascadas y la niebla espesa que empapa el alma de nostalgias infinitas.

Dentro de tu mente está la mano que te acaricia y la piel que tanto añoras.

Si buscas dentro de tu mente, siempre encontrarás razones para ser feliz y también para permanecer en la tristeza.

Porque tu felicidad no depende de lo que haces ni tampoco de lo que tienes.

No depende de cómo sea tu cuerpo ni de que tengas más o menos dones. Sólo depende de lo a gusto que estés con lo que haces, con lo que tienes, con tu cuerpo y con tus dones.

Básicamente, la Felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir todo el Amor de la Vida que te ha permitido existir.

"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues, pero que puede posarse a tu lado, si te sientas tranquilamente a mirar".

COMO NO CREER EN DIOS



Yo te llevo desde niño, muy adentro. Te he encontrado en el pájaro y en la flor…

En la lluvia, en la tierra y en el silencio. Y en mis sueños cada noche, estabas tú…

Desde entonces, quiero darte siempre gracias, porque puedo darme cuenta de tu amor…

Beberé de tu cuerpo y de tu sangre, y por siempre te daré mi corazón…

Como no creer en Dios, si me dado hijos y la vida…

Como no creer en Dios, si me ha dado la mujer querida…

Como no creer en Dios, si lo siento en mi pecho a cada instante…

En la risa de un niño por la calle, o en la tierna caricia de mi madre…

Como no creer en Dios, si está en las viñas y en el manso trigo…

Como no creer en Dios, si me dio la mano abierta de un amigo…

Como no creer en Dios, si me ha dado la tristeza y la alegría…

De saber que hay un mañana cada día, por la fe, por la esperanza y el amor…

lunes, 2 de marzo de 2015

EL GENIO PACEÑO



Yo caminaba frente a la Catedral de La Paz, cuando me encontré una lámpara, la recogí del suelo y la froté. En eso de la lámpara apareció un genio.

El genio me dijo: “Pú-chime, me has sacado de la lámpara, y ya es la cuarta vez que me sacan de mi aposento los Pa´heños y ya estoy harto de sus deseos, que si Leonel, que si Narciso, que si Liceaga, así es que olvídate, de los tres deseos, solo te concederé uno”

Me senté en una banca del jardín Velasco, pensé un rato y finalmente dije:

“Siempre he querido ir a Nueva York, pero me da miedo el avión y en el ferry me mareo. ¿Me podrías construir un puente desde San Lucas hasta Mazatlán, para que pueda ir en auto y continuar hasta Nueva York?”

El genio se rio y dijo:

“Eso es imposible Panchito, piensa en lo difícil que será construir los soportes en medio del golfo de California a unos cuatro kilómetros de profundidad, piensa en la cantidad de acero y concreto, pues estás hablando de un puente de trescientos cuatro kilómetros y habría que poner una gasolinera cada cien kilómetros. Mejor piensa en otro deseo”

Yo comprendí lo difícil de mi petición, y reflexionando, le dije al genio:

“He estado casado y divorciado tres veces. Mis mujeres me han dicho que me preocupo de nada, que soy muy ignorante. Así es que quiero saber lo siguiente:

Quiero saber como se sienten por dentro. Quiero saber qué están pensando cuando me miran. Quiero saber porqué gritan y porque lloran. Quiero saber que quieren cuando dicen, que no les pasa nada. Quiero saber como puedo hacerle para hacerlas felices”

El genio me miró sorprendido y me preguntó:

“¿EL PUENTE, LO QUIERES DE DOS O DE CUATRO CARRILES?”

domingo, 1 de marzo de 2015

¿PORQUÉ SERÁ, QUE...?



Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…

Me siento como aquel joven al que le regalaron una caja de bombones, los comió con displicencia pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a consumirlos lentamente y a disfrutarlos más…

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades. No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. No tolero a los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, talentos y logros…

Ya no tengo tiempo para proyectos megalomaníacos…

No quiero que me inviten a eventos donde se pretende solucionar los problemas del milenio…

Ya no tengo tiempo para soportar melindres de personas que, a pesar de su edad cronológica son unos inmaduros…

Me cuestiona el porqué, las personas no discuten los contenidos, solo sus títulos…

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos; quiero la esencia…

Sin muchos bombones en la caja, quiero vivir al lado de gente humana…

Que sepa reír de sus errores, que no se envanezca con sus triunfos, que no huya de sus responsabilidades…

Que defienda la dignidad de los marginados y que desee tan solo vivir en paz…

Deseo caminar junto a las cosas y personas de verdad…

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena…

Tengo prisa por vivir con la intensidad que solo la madurez pueda dar…

Pretendo no desperdiciar ninguno de los bombones que me quedan…

Porque estoy seguro que son más exquisitos, que los que ahora he comido…