TODOS DEBEMOS CRECER

SE CRECE CUANDO UNO SE SIENTE JOVEN AUNQUE SE TENGA CIEN AÑOS.

Se crece cuando uno mantiene un ideal que fortalece su voluntad y se apoya en su fe.

Se crece cuando uno admite su pasado, construye su presente y proyecta su futuro.

Se crece cuando uno recorre la vida con la verdad, sin oscuros secretos y sin hipocresías ni falsedades.

Se crece cuando uno se sienta feliz escuchando, ayudando a los demás, sin esperar recompensa alguna, pero alegrándose al recibir algo más por pequeño que sea.

Se crece cuando uno experimenta que al abrir un surco de respeto y al echar en él semillas de bondad, se cosechan frutos del amor.

Se crece cuando uno puede enfrentar otoño e invierno, aún perdiendo hojas o temblando de frío.

Se crece cuando uno se libera de la pesada carga de rencores, de mentiras, de infidelidades, de soberbia y de egoísmos.

Se crece cuando uno cree que es capaz de transformar deseos e ilusiones en realidades, sin permitir que se apague la llama de la esperanza.

Y finalmente se crece cuando uno se da cuenta que sólo se puede dejar de crecer en el último instante de su vida...