sábado, 9 de mayo de 2015

ACERCA DE MIS HIJOS

Cuando mis hijos me ven amigo, me siento padre.



Quisiera dar a mis hijos lo mejor de mí, pero temo darles, simultáneamente, lo peor de mí.



Cuando mi hijo gana dinero sin lucha, cuando sea adulto no sabrá luchar para ganarlo.



El dolor de mis hijos, tiene todos los ingredientes de mi dolor de adulto.



El calor de mi hogar, encenderá para siempre el alma de mis hijos.



Cuando les digo a mis hijos: “Ayer fui niño” ellos no pueden creerme.



Demos alegría a nuestros hijos, que con serlo ya tienen su cuota de dolor.



La sobreestimación del mundo toca mi vanidad, la de mis hijos, mi sensibilidad.



Cuando mi hijo me pregunta: “¿Por qué hay guerras”? es que ya no es niño.


No hay comentarios: