Ten cuidado con tus pensamientos.
Ellos se volverán palabras.
Ten cuidado con tus palabras,
ellas se volverán actos.
Ten cuidado con tus actos, ellos
se volverán tus costumbres.
Ten cuidado con tus costumbres,
pues ellas forjarán tu carácter.
RECUERDA, LA VIDA ES UN JARDÍN
Lo que siembres en ella, eso se
te devolverá. Así que elige: Semillas buenas, riégalas y con seguridad tendrás las
flores más hermosas. Cada pensamiento, palabra, acto, costumbre y sobre todo tu
carácter junto con una sonrisa o una mirada tranquila, es una simiente.
Procura, entonces, que tu
simiente caiga en el surco abierto del corazón de los hombres.
Procura, además, que sea como el
trigo que da pan a los pueblos, y no produce espinas y cizaña que dejan
estériles a las almas.
Muchas veces las sembrarás en el
dolor, pero esa siembra traerá frutos de gozo.
Otras veces sembrarás llorando,
pero ¿Quién sabe si tu simiente no necesita del riego de tus lágrimas para que
germinen.
No tomes las tormentas como
castigos, piensa que los vientos fuertes harán que tus raíces se hagan más
profundas, para que tu rosal resista lo que habrá de venir.
Y cuando las hojas no te lamentes.
Serán tu propio abono, reverdecerás y tendrás flores nuevas.
Cada pensamiento, cada palabra,
cada acto, cada costumbre y sobre todo tu carácter, será tu simiente.
“Procura hacer siempre una siembra de amor”
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