Deja fuera de ti, todos los
números no esenciales para tu supervivencia. Deja los números de tu edad, peso
y altura.
Que esos números sean
preocupación del médico. Pues para eso le pagas.
Convive de preferencia con
amigos alegres. Los pesimistas no te convienen.
Continúa aprendiendo…
Aprende más sobre artesanía, cultura, música, jardinería.
Una mente sin uso, es una
oficina del diablo, y el diablo se llama Alzheimer.
Ríe mucho siempre, ría mucho
y muy alto, ríete y carcajéate de ti.
Cuando te lleguen las
lágrimas, aguanta, sufre y sigue adelante.
Saluda al día, cada
amanecer, como una nueva oportunidad…
Haz aquello, que aún no te
atreviste a emprender.
Da la espalda a la rutina.
Prefiere nuevas rutas, para no volver a pisar los mismos caminos.
Apaga el gris de tu vida y
enciende los colores que llevas dentro.
Abre tus sentidos para no
perderte de nada, de lo bueno y hermoso que te rodea.
Contagia con tu alegría a
todos, ilumínalos con tu sonrisa.
Pero recuerda que la única
persona que te acompaña toda la vida, eres tú mismo.
Rodéate de todo lo que te
gusta, tu familia, tus recuerdos, tu música, tus libros, sea lo que sea.
Tu hogar es tu refugio, pero
no te encierres en él.
Tu mejor capital es tu
salud, aprovéchala, no la estropees más.
Sal a la calle. Ve a alguna
ciudad vecina pero no viajes al pasado.
Hay personas que transforman
al sol en una simple mancha amarilla, pero también hay quienes hacen de una simple
mancha amarilla, al propio sol.
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