Los medios de protección que
la Constitución nos proporciona, son la libertad, los privilegios y recompensas conciliables con
la felicidad…
Los mexicanos hemos sido
ociosos por derecho y holgazanes legalmente. Se nos alienta a consumir sin
producir…
Nuestras ciudades capitales
son escuelas de vagancia, de quienes se desparraman por el resto del territorio
después de haberse educado entre las fiestas y la disipación…
Nuestro pueblo no carece de
alimentos, sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental…
En realidad nuestro pueblo
mexicano se muere de hambre, de instrucción, de sed de saber, de pobreza y
conocimientos prácticos en el arte de hacer las cosas…
El origen de la riqueza son
el trabajo y el capital. ¿Qué duda cabe de que la ociosidad es el manantial de
la miseria…
La ociosidad es el gran
enemigo del pueblo y de las provincias mexicanas…
Es preciso marcarla de
infamia; ella engendra la miseria y el atraso mental de los tirano y la guerra
civil que serían imposibles en medio del progreso y la mejora del pueblo…
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