jueves, 16 de octubre de 2014

LOS TRES SACOS



La verdadera ciencia de la vida consiste en aprovechar el día presente, el día de hoy, olvidando el pasado y dejando en paz el futuro…


Las personas que cargan sobre sus hombros tres sacos a la vez: un saco pequeño fácil de llevar, que es el saco de las penas, el trabajo y alegrías de un solos día. “El día de hoy”…


Un segundo saco pesado, abrumador, el del pasado: son esas gentes, que vuelven y vuelven a recordar las penas pasadas, los fracasos que tuvieron, las heridas que sufrieron y se empeñan en rascarse las heridas y así siempre están sangrando y nunca se curan…


Y todavía se empeñan en llevar un tercer saco muy pesado, el del futuro. Son los que miran el mañana con miedo, esperando siempre lo peor…


Llevar hoy la carga de mañana, unida a la de ayer, hacen tambalearse al más fuerte, pero nadie nos manda a vivir así. Nadie nos manda llevar al mismo tiempo los tres sacos…


El Señor de la vida hizo las cosas más sencillas, y nos dijo: “Bástale a cada día su afán” El creó el día para trabajar, luchar y esforzarnos y creó la noche para dormir, decansar y olvidar…


Así en realidad la vida consta de un solo día. Cada noche podríamos decir que morimos por unas horas cuando dormimos, para resucitar nuevamente al despertar por la mañana…


¿Por qué no vivir un solo día por vez? El pasado ya pasó y no volverá; déjalo en paz. Si puedo sacar de mi pasado alguna buena lección, está bien, la saco, pero si no, la dejo, la olvido…


Nada gano recordando mis problemas y amarguras de ayer; el futuro por otra parte aún no llega, no sé si llagará, ¿Para que me preocupo?...


Lo único que tengo, lo único de lo que soy dueño, es el día de hoy, por lo tanto lo voy a disfrutar como si fuer el único día que voy a tener… 

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